Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Jueces 5:7 - Biblia Martin Nieto

Faltaron los jefes de Israel, faltaron; hasta que surgiste tú, oh Débora, surgiste como madre de Israel.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído, Hasta que yo Débora me levanté, Me levanté como madre en Israel.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Ya quedaba poca gente en las aldeas de Israel, hasta que Débora surgió como una madre para Israel.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Las aldeas estaban desiertas, estaban desiertas en Israel hasta el día en que yo, Débora, me levanté, yo que fui una madre para Israel.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

¡Cesaron los aldeanos,° no los había en Israel, Hasta que te pusiste en pie, Débora, Te pusiste en pie, oh madre en Israel!

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Faltaban caudillos en Israel, faltaban, hasta que yo, Débora, surgí, hasta que surgí como madre de Israel.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Los aldeanos cesaron en Israel, decayeron; hasta que yo Débora me levanté, me levanté como madre en Israel.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Jueces 5:7
7 Tagairtí Cros  

Nuestra ciudad es de las ciudades pacíficas, fieles e importantes de Israel, y tú intentas destruirla. ¿Por qué quieres destruir la heredad del Señor?'.


Por eso los judíos de las provincias celebran el catorce del mes de adar como día de banquete y alegría, y se intercambian regalos.


Reyes tendrán por ayos y princesas por nodrizas; rostro en tierra se prosternarán ante ti y lamerán el polvo de tus pies. Y sabrás que yo soy el Señor, que los que en mí esperan jamás son defraudados.


Saludad a Rufo, escogido por el Señor, y a su madre, que lo es también mía.


En los días de Sangar, hijo de Anat, en los días de Yael, los caminos estaban desiertos; los que andaban por los caminos, iban por senderos tortuosos.


Se preferían dioses extranjeros; la guerra llegaba ya a las puertas; apenas se veía un escudo o una lanza entre los cuarenta mil de Israel.