Jueces 2:12 - Biblia Martin Nieto Abandonaron al Señor, Dios de sus padres, que los había sacado de Egipto, y se fueron tras otros dioses de los pueblos vecinos; los adoraron, provocando por ello la ira del Señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Abandonaron al Señor, Dios de sus antepasados, quien los había sacado de Egipto. Siguieron y rindieron culto a otros dioses —los dioses de los pueblos vecinos— y así provocaron el enojo del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Abandonaron a Yavé, al Dios de sus padres que los había sacado del país de Egipto y siguieron a otros dioses. Se postraron ante los dioses de los pueblos que los rodeaban, y atrajeron sobre ellos la cólera de Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Así abandonaron a YHVH, el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y anduvieron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, y se postraron ante ellos, y provocaron a ira a YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 abandonaron a Yahveh, Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras de los dioses extraños, los dioses de los pueblos circunvecinos, se postraron ante ellos y provocaron así la ira de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dejaron a Jehová, el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová. |
Y cuando tu hijo te pregunte mañana: ¿Qué es esto?, tú le dirás: El Señor nos sacó con mano fuerte de Egipto, de la casa de la esclavitud.
Este rito será para ti como una señal en la mano, como recuerdo ante tus ojos; porque el Señor te sacó de Egipto con mano fuerte'.
Y Moisés dijo al pueblo: 'Recordad siempre este día, en el cual salisteis de Egipto, de la casa de la esclavitud, porque el Señor os ha sacado con mano fuerte. Por ello no habréis de comer nada fermentado'.
Este rito será para ti como una señal en tu mano, como recuerdo ante tus ojos, para que tengas en tu boca la ley del Señor, porque el Señor te sacó de Egipto con mano fuerte.
No te postrarás ante ella ni le darás culto, porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad del padre en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
Les responderás: Porque vuestros padres me abandonaron y no observaron mi ley.
Seguiréis al Señor y le respetaréis, guardaréis sus mandamientos y obedeceréis su voz, le serviréis y viviréis unidos a él.
Si alguno, después de haber oído las palabras de este juramento, se hace ilusiones y dice: Todo me saldrá bien, aunque haga lo que me dé la gana, pues la abundancia de agua apaga la sed,
porque se han ido a servir a dioses extranjeros y les han tributado culto; dioses desconocidos para ellos, que no formaban parte de su herencia.
Engordó Jesurún y tiró coces -estabas gordo y corpulento-; / volvió las espaldas a Dios, / su creador, / y despreció la roca de su salvación.
Primogénito del toro, / a él la gloria; / sus cuernos son cuernos de búfalo, / con los que hiere a los pueblos / hasta los últimos confines de la tierra. Tales son las miríadas de Efraín, / las miríadas de Manasés.
Cuando tengáis hijos y nietos y llevéis mucho tiempo en la tierra, si caéis en la prevaricación y os hacéis imágenes talladas de cualquier cosa, haciendo lo que el Señor prohíbe,
No te postrarás ante ellas ni les darás culto, pues yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo las faltas de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian,
no te olvides del Señor que te sacó de Egipto, de la casa de la esclavitud.
El Señor respondió: 'Cuando los egipcios y los amorreos, los amonitas y los filisteos,
Se preferían dioses extranjeros; la guerra llegaba ya a las puertas; apenas se veía un escudo o una lanza entre los cuarenta mil de Israel.
Al morir Gedeón, los israelitas volvieron a prostituirse ante los baales y tomaron por dios a Baal Berit.