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Éxodo 20:5 - Biblia Martin Nieto

5 No te postrarás ante ella ni le darás culto, porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad del padre en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,

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Biblia Reina Valera 1960

5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 No te inclines ante ellos ni les rindas culto, porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, quien no tolerará que entregues tu corazón a otros dioses. Extiendo los pecados de los padres sobre sus hijos; toda la familia de los que me rechazan queda afectada, hasta los hijos de la tercera y la cuarta generación.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 No te postres ante esos dioses, ni les sirvas, porque yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso. Yo pido cuentas a hijos, nietos y biznietos por la maldad de sus padres que no me quisieron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 No te postrarás ante ellos ni los servirás,° porque Yo soy YHVH tu Dios, Dios Celoso,° que visita la iniquidad de padres sobre hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que lo aborrecen,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 No te postrarás ante ellas, ni las servirás; porque yo, Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso que castigo en los hijos la falta de los padres hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian,

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Éxodo 20:5
65 Tagairtí Cros  

En tiempos de David hubo una gran hambre durante tres años consecutivos. David consultó al Señor, y el Señor le dijo: 'Hay sangre sobre Saúl y sobre su casa, porque él mató a los gabaonitas'.


que nos entregue siete de sus hijos para que nosotros los colguemos ante el Señor, en Gabaón, en el monte del Señor'. Y el rey dijo: 'Os los entregaré'.


Respondió: 'Me he abrasado en celo por el Señor todopoderoso, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han destruido tus altares, han pasado a espada a tus profetas. He quedado yo solo, y me buscan para quitarme la vida'.


'¿Has visto cómo Ajab se ha humillado ante mí? Por eso, no acarrearé la desgracia sobre su casa en sus días, sino en los días de su hijo'.


El Señor había hecho con ellos una alianza y les había ordenado: 'No veneraréis a dioses extranjeros, no os postraréis ante ellos, no les serviréis ni les ofreceréis sacrificios;


Y así aquellas gentes dieron al mismo tiempo culto al Señor y a sus ídolos. Y sus descendientes siguen haciendo hasta el día de hoy lo mismo que ellos.


Sin embargo, el Señor no depuso su ira contra Judá a causa de todos los ultrajes con que le había irritado Manasés.


Sólo pido que el Señor me perdone una cosa: cuando entre mi señor en el templo de Rimón y se apoye en mi brazo, para adorar allí, y yo me postre en el templo de Rimón mientras él se postra, que el Señor me lo perdone'.


pero la lepra de Naamán se os pegará a ti y a tu descendencia para siempre'. Y salió de su presencia blanco como la nieve de lepra.


Al regreso de la victoria sobre los edomitas, Amasías se trajo los dioses de Seír, los tomó como dioses suyos, se postró ante ellos y les quemó incienso.


Pero si os apartáis de mí y no guardáis mis leyes y mandamientos que yo os he prescrito, si os vais a servir y dar culto a dioses ajenos,


¿Dios reserva a sus hijos su castigo? ¡Páguelo él mismo, para que se dé cuenta!


Sus hijos se ven abandonados, sin apoyo; sin defensor, pisoteados a la puerta;


que el Señor recuerde la culpa de sus padres, que no borre nunca el pecado de su madre;


le indignaron con sus colinas, con sus ídolos excitaron sus celos.


No guardes contra nosotros culpas de antepasados, que venga rápida tu piedad sobre nosotros, pues estamos en las últimas.


en un instante humillaría a sus enemigos, volvería mi mano contra los opresores;


No adorarás a sus dioses, ni los servirás. No imitarás sus obras, sino que las destruirás por completo y destrozarás sus estelas.


No adorarás a otro Dios, porque el nombre del Señor es Celoso y él es un Dios celoso.


pero el que me ofende, se daña a sí mismo; todos los que me odian a mí, aman la muerte'.


Todo esto lo emplea el hombre para hacer fuego y le sirve para calentarse; lo enciende también para cocer el pan. Y con esto mismo se fabrica además un dios para prosternarse ante él, se hace un ídolo para adorarlo.


No reflexionan, no tienen sentido ni inteligencia para decirse: 'He quemado al fuego la mitad de la madera; sobre sus brasas he cocido el pan, he asado carne y la he comido; ¡y con el resto voy a hacer algo detestable; voy a postrarme ante un pedazo de madera!'.


Por eso, voy a pleitear contra vosotros -dice el Señor- y a pleitear contra los hijos de vuestros hijos.


Tú otorgas tu favor a millares de generaciones y castigas la iniquidad de los padres tan sólo en los hijos que vienen después de ellos, Dios grande y poderoso, que te llamas 'el Señor todopoderoso',


Me diréis: ¿Por qué no carga el hijo con la culpa de su padre? Porque el hijo ha practicado el derecho y la justicia, ha observado todos mis preceptos y los ha puesto en práctica. Por eso vivirá.


'¿Por qué circula entre vosotros este refrán en el país de Israel: Los padres comieron el agraz y los dientes de los hijos tienen la dentera?


Y les dije: Tirad los ídolos que seducen vuestros ojos y no os contaminéis con los ídolos de Egipto: Yo soy el Señor, vuestro Dios.


Esto dice el Señor Dios: Ahora haré regresar a los cautivos de Jacob, me compadeceré de toda la casa de Israel y me mostraré celoso de mi santo nombre.


Alargó una especie de mano, me agarró por los cabellos y el espíritu me elevó entre la tierra y el cielo y me llevó, en visiones divinas, a Jerusalén, a la entrada de la puerta interior que da al norte, allí donde estaba situado el ídolo que provoca los celos.


El Señor entregó en sus manos a Joaquín, rey de Judá, y una parte de los objetos del templo de Dios. Él los llevó a la tierra de Senaar y los depositó en el tesoro de sus dioses.


Pero si no nos librase, has de saber, oh rey, que no serviremos a tu dios ni adoraremos la estatua de oro que has levantado'.


yo mismo me volveré contra él y su familia; lo extirparé de en medio del pueblo a él y a cuantos después de él vayan a prostituirse con Moloc.


'No os hagáis ídolos, no os alcéis estatuas o estelas ni pongáis en vuestra tierra piedras esculpidas para postraros ante ellas, porque yo soy el Señor, vuestro Dios.


Os comeréis a vuestros hijos y a vuestras hijas.


El Señor es Dios celoso y vengador; el Señor se venga y se arma de ira, se venga el Señor de sus adversarios y se enfurece contra sus enemigos.


Yo soy el Señor, lento para la cólera y rico en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebeldía, pero que nada deja impune, pues castiga en los hijos el pecado de los padres hasta la tercera generación.


Vuestros hijos andarán por el desierto durante cuarenta años, llevando sobre sí vuestras rebeldías, hasta que vuestros cadáveres se consuman en el desierto.


'Fineés, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, ha apartado mi cólera de los israelitas, pues ha estado movido por mi mismo celo en medio de ellos. Por eso no he aniquilado yo en mi furor a los israelitas.


y le dijo: 'Todo esto te daré si te pones de rodillas y me adoras'.


'Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros.


El mundo no os puede odiar; pero a mí me odia, porque testifico de él que sus obras son malas.


Sus discípulos le preguntaron: 'Maestro, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?'.


calumniadores, aborrecedores de Dios, insolentes, altaneros, soberbios, inventores de maldades, desobedientes a los padres,


Por lo cual el deseo de la carne es enemigo de Dios, porque no se somete a la ley de Dios, ni puede en realidad someterse.


¿O queremos provocar celos al Señor? ¿Somos acaso más fuertes que él?


Me dan celos con un dios que no es dios, / me irritan con dioses ilusorios; / pues yo les daré celos con un pueblo que no es pueblo / y los irritaré con una nación fatua.


cuando afile mi espada fulgurante / y empiece a hacer justicia, / tomaré venganza de mis enemigos / y daré su merecido a los que me odian.


porque el Señor, tu Dios, es fuego abrasador, Dios celoso.


y hago misericordia por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos.


No te postrarás ante ellas ni les darás culto, pues yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo las faltas de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian,


pues el Señor, tu Dios, que está en medio de ti, es un Dios celoso, y la ira del Señor, tu Dios, se encendería contra ti y te haría desaparecer sobre la tierra.


y que castiga en su propia persona a los que lo odian. Hace perecer sin tardanza a quien le odia, y lo hiere con castigo personal.


Adúlteros, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad de Dios? El que quiere ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios.


si rompéis la alianza que el Señor, vuestro Dios, os ha impuesto y os vais a servir a otros dioses; si os prosternáis ante ellos, entonces la ira del Señor se encenderá contra vosotros y muy pronto os hará desaparecer de esta buena tierra que él os ha dado'.


no os mezcléis con estos pueblos que quedan en medio de vosotros, no os acordéis del nombre de sus dioses, no los invoquéis en vuestros juramentos, no les sirváis ni os prosternéis ante ellos.


Josué dijo al pueblo: 'Vosotros no podréis servir al Señor, porque él es un Dios santo, un Dios celoso, y no soportará vuestros delitos ni vuestros pecados.


Pero cuando moría el juez, volvían a caer y obraban peor que sus padres; no abandonaban las prácticas condenables y la terca conducta de sus padres.


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