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Jueces 15:18 - Biblia Martin Nieto

Devorado por la sed, clamó al Señor: 'Tú me has dado esta gran victoria, ¿y ahora me voy a morir de sed y a caer en manos de esos incircuncisos?'.

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Taispeáin Interlinear Bible

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Biblia Reina Valera 1960

Y teniendo gran sed, clamó luego a Jehová, y dijo: Tú has dado esta grande salvación por mano de tu siervo; ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Después Sansón tuvo mucha sed y clamó al Señor: «Has logrado esta gran victoria por medio de la fuerza de tu siervo, ¿y ahora tengo que morir de sed y caer en manos de estos paganos?».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Como tuviese mucha sed, invocó a Yavé y le dijo: 'Concediste a tu servidor una gran victoria, pero ves que me muero de sed y que voy a caer en manos de los incircuncisos'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Luego tuvo mucha sed, y clamó a YHVH diciéndole: Tú has dado esta gran salvación por mano de tu siervo, ¿y ahora acaso moriré de sed, y caeré en mano de incircuncisos?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sintió luego mucha sed, por lo que invocó a Yahveh diciendo: 'Tú has concedido a tu siervo esta gran victoria; pero ¿voy ahora morir de sed, y a caer en manos de los incircuncisos?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y teniendo gran sed, clamó a Jehová, y dijo: Tú has dado esta gran salvación por mano de tu siervo: ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos?

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Jueces 15:18
19 Tagairtí Cros  

Abrahán respondió: 'Yo me dije: Seguramente no hay temor de Dios en esta tierra y me matarán a causa de mi mujer.


Jacob llamó a aquel lugar Penuel, diciendo: 'He visto a Dios cara a cara y he quedado con vida'.


No deis la noticia en Gat, no lo publiquéis por los caminos de Ascalón; que no se alegren las hijas de los filisteos, que no se regocijen las hijas de los incircuncisos.


Después de esto, Jesús, sabiendo que todo se había consumado, para que se cumpliera la Escritura, dijo: 'Tengo sed'.


¿Y qué más diré? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, lo mismo que de Samuel y los profetas,


Sus padres le respondieron: '¿Es que no hay una mujer en nuestra tribu o en todo Israel, para que vayas a buscar mujer entre esos filisteos incircuncisos?'. Sansón respondió a su padre: 'Dame ésa, porque me gusta'.


Terminó y tiró la quijada; por eso aquel lugar se llama Ramat Lejí.


Entonces Sansón invocó al Señor así: 'Señor, Señor, te lo suplico, acuérdate de mí. Dame las fuerzas tan sólo una vez más, y de un solo golpe me vengaré de todos los filisteos por la pérdida de mis ojos'.


Gedeón, con sus trescientos, llegó al Jordán y lo atravesó. Él y los que lo acompañaban estaban muertos de hambre y de sed.


David preguntó a los que estaban a su lado: '¿Qué se hará con el que mate a este filisteo y quite esta ofensa de Israel? ¿Quién es este filisteo incircunciso que desafía al ejército del Dios vivo?'.


Tu siervo ha matado al león y al oso. Ese filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha desafiado a los ejércitos del Dios vivo'.


David se dijo: 'Cualquier día voy a perecer a manos de Saúl; nada mejor para mí que refugiarme en el país de los filisteos. Así Saúl desistirá de perseguirme en el territorio de Israel y escaparé de su mano'.