Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Jonás 1:4 - Biblia Martin Nieto

Pero el Señor desencadenó un fuerte viento sobre el mar, y hubo una borrasca tan violenta que parecía que la nave iba a hacerse pedazos.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Ahora bien, el Señor mandó un poderoso viento sobre el mar, el cual desató una violenta tempestad que amenazaba con despedazar el barco.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero Yavé envió un fuerte viento sobre el mar, causando una tempestad tan grande que el barco amenazaba hundirse.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero YHVH mandó un viento impetuoso sobre el mar, y se alzó una gran tempestad en el mar, de manera que la nave estaba a punto de romperse.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero Yahveh desencadenó sobre el mar un viento huracanado y se formó en el mar una borrasca tan violenta que la nave estaba a punto de naufragar.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y se hizo una tan gran tempestad en el mar, que se pensó se rompería la nave.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Jonás 1:4
13 Tagairtí Cros  

El Señor hace todo lo que quiere en el cielo y en la tierra, en el mar y en todos los abismos.


Hace subir las nubes desde los confines de la tierra, abre con los relámpagos la lluvia, saca de sus depósitos al viento.


fuego y granizo, nieve y bruma, viento de tempestad que ejecuta sus órdenes,


Moisés extendió su bastón sobre Egipto, y el Señor hizo soplar sobre él el viento del este todo aquel día y aquella noche. Al amanecer, el viento del este había traído la langosta,


Y el Señor cambió el viento y le hizo soplar muy fuerte del oeste; barrió la langosta y la arrojó al mar Rojo. Ni una sola quedó en todo el territorio de Egipto.


Moisés extendió después su mano sobre el mar, y el Señor, por medio de un recio viento del este, empujó el mar, dejándolo seco y dividiendo las aguas.


Soplaste con tu aliento, y los cubrió la mar; se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.


A su voz se acumulan las aguas en el cielo; hace subir las nubes del extremo de la tierra, para la lluvia produce los relámpagos y saca de sus depósitos el viento.


Porque el que hizo las montañas y creó el viento, el que descubre al hombre sus pensamientos, el que hace la aurora y las tinieblas y camina sobre las cumbres de la tierra se llama el Señor, Dios omnipotente.


El Señor levantó un viento que soplaba del mar y que trajo bandadas de codornices, que cayeron sobre el campamento; cubrían el espacio de una jornada de camino de uno y otro lado del campamento, y tenían el espesor de un metro sobre el suelo.