Porque yo estoy contigo -dice el Señor- para salvarte. Aniquilaré a todas las naciones entre las que te he dispersado. A ti no te aniquilaré; sólo te castigaré como mereces y no te dejaré pasar nada.
Jeremías 5:18 - Biblia Martin Nieto Sin embargo -dice el Señor-, ni siquiera en aquellos días os destruiré por completo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No obstante, en aquellos días, dice Jehová, no os destruiré del todo. Biblia Nueva Traducción Viviente »Sin embargo, aun en esos días, no te eliminaré por completo —dice el Señor—. Biblia Católica (Latinoamericana) Sin embargo, dice Yavé, ni siquiera en aquellos días los voy a destruir completamente, La Biblia Textual 3a Edicion Pero ni aun en aquellos días, dice YHVH, Haré en vosotros un exterminio completo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sin embargo, aun en aquellos días -oráculos de Yahveh-, no os exterminaré por completo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas en aquellos días, dice Jehová, no os destruiré del todo. |
Porque yo estoy contigo -dice el Señor- para salvarte. Aniquilaré a todas las naciones entre las que te he dispersado. A ti no te aniquilaré; sólo te castigaré como mereces y no te dejaré pasar nada.
Sí, así habla el Señor: Todo el país será devastado, yo llevaré a cabo un total exterminio.
Escalad sus cercas, destruidlas, arrasadlas totalmente, arrancad sus sarmientos, porque no pertenecen al Señor.
Ella devorará tu cosecha y tu pan, devorará a tus hijos y a tus hijas, devorará tus carneros y tus vacas, devorará tus viñas y tus higos, arrasará tus ciudades fuertes en las que tanta confianza pones.
Y cuando pregunten: '¿Por qué el Señor, nuestro Dios, ha hecho todo esto con nosotros?', les responderás: 'Como vosotros me habéis abandonado para servir en vuestro país a dioses extraños, de igual modo serviréis a extranjeros en un país que no es vuestro'.
Apenas había profetizado, cuando Pelatías, hijo de Banayas, cayó muerto. Entonces yo me arrojé rostro en tierra y grité con voz fuerte: '¡Señor Dios! ¿Vas a exterminar el resto de Israel?'.
No obstante, mis ojos se compadecieron de ellos y dejé de pensar en exterminarlos y aniquilarlos en el desierto.
Mientras ellos hacían estragos, quedé yo solo, me arrojé rostro en tierra y grité: '¡Señor Dios! ¿Vas a exterminar a todo el resto de Israel, derramando tu furor sobre Jerusalén?'.
¿No eres tú el Señor desde el principio, mi Dios, mi santo? Tú eres inmortal. Señor, tú los has puesto para ejercer el derecho, los has establecido para hacer justicia.