porque el Señor ama la justicia y no abandona a sus fieles; los malhechores serán para siempre aniquilados y la raza de los criminales será exterminada;
Jeremías 49:10 - Biblia Martin Nieto Sí, yo despojo a Esaú, descubro sus escondites y no podrá ocultarse. Su descendencia, sus hermanos y sus vecinos serán devastados; no habrá nadie que diga: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas yo desnudaré a Esaú, descubriré sus escondrijos, y no podrá esconderse; será destruida su descendencia, sus hermanos y sus vecinos, y dejará de ser. Biblia Nueva Traducción Viviente pero yo despojaré la tierra de Edom y no habrá lugar dónde esconderse. Sus hijos, hermanos y vecinos serán todos destruidos, y Edom no existirá más. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues yo soy el que asalto a Esaú,
y descubro sus escondites,
para que ya no pueda esconderlos.
¡Su raza ha sido destruida, ya no existe!
No hay nadie de entre sus vecinos que diga: La Biblia Textual 3a Edicion Pero soy Yo el que desnudo a Esaú, Y descubro sus escondrijos, Y no podrá esconderse. Su descendencia será destruida, Con sus hermanos y vecinos, y dejará de ser. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues yo mismo despojo a Esaú, descubro sus escondites, para que no pueda ocultarse. Su estirpe ha sido devastada, como sus hermanos y vecinos, y él mismo ya no existe. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas yo desnudaré a Esaú, descubriré sus escondrijos, y no podrá esconderse; será destruida su simiente, y sus hermanos y sus vecinos; y ya no será. |
porque el Señor ama la justicia y no abandona a sus fieles; los malhechores serán para siempre aniquilados y la raza de los criminales será exterminada;
¡Espanto al caer la tarde, y antes de la mañana ya no existen! Tal es el botín de nuestros saqueadores, la suerte de quienes nos despojan.
Te daré los tesoros secretos, las riquezas escondidas para que sepas que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que te ha llamado por tu nombre.
Yo mismo levantaré tu ropa hasta la cabeza, para que tu desnudez quede al descubierto.
Si un hombre se oculta en escondrijo, ¿no le veré yo acaso? -dice el Señor-. ¿Es que los cielos y la tierra no los lleno yo? -dice el Señor-.
Tu castigo ha terminado, oh hija de Sión, no volverá él a desterrarte. ¡Pero castigará tu iniquidad, hija de Edón, pondrá al desnudo tus pecados!
si se esconden en la cima del Carmelo, allí los buscaré y los mataré; si se ocultan a mis ojos en el fondo del mar, allí mandaré a la serpiente que los muerda;
Tus guerreros tendrán miedo, Temán, de suerte que no quedará un solo hombre en el monte de Esaú.