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Jeremías 39:2 - Biblia Martin Nieto

El año undécimo de Sedecías, el día nueve del cuarto mes, fue abierta una brecha en la ciudad.

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Biblia Reina Valera 1960

Y en el undécimo año de Sedequías, en el mes cuarto, a los nueve días del mes se abrió brecha en el muro de la ciudad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Dos años y medio más tarde, el 18 de julio del año once del reinado de Sedequías, abrieron una brecha en la muralla de la ciudad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Dos años después, el día nueve del cuarto mes, abrieron una brecha en la muralla de la ciudad

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y en el año undécimo de Sedequías, en el mes cuarto, el día nueve del mes, se abrió brecha en el muro de la ciudad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El año undécimo de Sedecías, en el cuarto mes, el día nueve del mes, abrieron una brecha en la ciudad,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y en el año undécimo de Sedequías, en el mes cuarto, a los nueve días del mes, fue abierta una brecha en la ciudad.

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Jeremías 39:2
13 Tagairtí Cros  

y después en tiempos de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, hasta el fin del año undécimo de Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá, hasta la deportación de Jerusalén, en el mes quinto.


Palabra que el Señor dirigió a Jeremías el año décimo de Sedecías, rey de Judá, esto es, el año dieciocho de Nabucodonosor.


Yo daré orden -dice el Señor- de que vuelvan sobre esta ciudad; que la ataquen, la tomen y la prendan fuego; y a todas las ciudades de Judá las dejaré hechas un desierto despoblado'.


y los caldeos volverán a atacar esta ciudad, la tomarán y la prenderán fuego.


Escalad sus cercas, destruidlas, arrasadlas totalmente, arrancad sus sarmientos, porque no pertenecen al Señor.


El año duodécimo de nuestro cautiverio, el día cinco del décimo mes, llegó a mí el fugitivo de Jerusalén y me dijo: '¡Ha sido tomada la ciudad!'.


Toma en seguida una sartén de hierro y colócala como muro de hierro entre ti y la ciudad. Fija en ella tus ojos; va a ser asediada y tú pondrás el cerco. Sea esto una señal para la casa de Israel.


Cuando se cumplan los días del asedio, quemarás al fuego una tercera parte en medio de la ciudad, otra tercera parte la cortarás a espada en sus alrededores y la otra la esparcirás al viento, mientras que yo desenvainaré la espada detrás de ellos.


Aquel día -dice el Señor- se darán gritos en la puerta del Pescado, lamentos desde la ciudad nueva y una gran sacudida desde las colinas.


Esto dice el Señor todopoderoso: 'El ayuno del cuarto, quinto, séptimo y décimo mes se convertirá para la casa de Judá en júbilo y alegría y en alegres fiestas; pero amad la lealtad y la paz'.