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Jeremías 22:25 - Biblia Martin Nieto

Te entregaré en manos de los que buscan tu muerte, en manos de aquellos que tanto miedo te infunden: en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de los caldeos.

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Biblia Reina Valera 1960

Te entregaré en mano de los que buscan tu vida, y en mano de aquellos cuya vista temes; sí, en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, y en mano de los caldeos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Te entregaré a los que buscan matarte —a los que tanto temes— al rey Nabucodonosor de Babilonia y al poderoso ejército babilónico.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Te entregaré a los caldeos, que te buscan y que te atemorizan ,

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La Biblia Textual 3a Edicion

Te entregaré en mano de los que buscan tu vida, en mano de aquellos que tú temes: en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en mano de los caldeos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Te entregaré en mano de quienes atentan contra tu vida y en mano de aquellos a quienes temes, en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia y en mano de los caldeos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y te entregaré en mano de los que buscan tu vida, y en mano de aquellos cuyo rostro temes; sí, en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en mano de los caldeos.

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Jeremías 22:25
8 Tagairtí Cros  

A la vuelta del año, el rey Nabucodonosor mandó que lo llevaran a Babilonia con el valioso mobiliario del templo del Señor, y nombró rey de Judá y Jerusalén a su tío Sedecías.


Al injusto le acontece lo que teme, pero el justo obtiene lo que desea.


Después de esto, dice el Señor, entregaré a Sedecías, rey de Judá, a sus servidores y a los habitantes de esta ciudad que hayan escapado a la peste, a la espada y al hambre, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en manos de sus enemigos, de aquellos que buscan su vida; él los pasará a filo de espada sin consideración, sin piedad y sin compasión'.


¿Es acaso un vaso vil y roto este hombre, Jeconías, un objeto que ninguno quiere? ¿Por qué han sido expulsados él y su estirpe, y arrojados a una tierra que no conocían?


Ahora, he entregado todos estos países en manos de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y he puesto a su servicio incluso las bestias del campo.


Entonces el rey Sedecías juró en secreto a Jeremías: '¡Vive Dios que nos ha dado el aliento, que no te mataré ni te entregaré en poder de esos que andan buscando tu muerte!'.