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Jeremías 22:24 - Biblia Martin Nieto

24 Por mi vida -dice el Señor- que aunque Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, fuera un anillo en mi mano derecha, le arrancaría de allí.

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Biblia Reina Valera 1960

24 Vivo yo, dice Jehová, que si Conías hijo de Joacim rey de Judá fuera anillo en mi mano derecha, aun de allí te arrancaría.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 »Tan cierto como que yo vivo —dice el Señor—, te abandonaré, Joaquín, hijo de Joacim, rey de Judá. Aunque fueras el anillo con mi sello oficial en mi mano derecha, te arrancaría.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 ¡Por mi vida, dice Yavé, aunque Jeconías, hijo de Joaquim, rey de Judá, fuese un anillo en mi mano derecha, lo arrancaría de allí!

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 ¡Vivo Yo!, dice YHVH, que aunque Conías° ben Joacim, rey de Judá, fuera anillo de sellar en mi diestra, aun de allí te arrancaría.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Por mi vida -oráculo de Yahveh- que aunque Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, fuera anillo de sello en mi mano derecha, sin vacilar me lo arrancaría.

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Jeremías 22:24
16 Tagairtí Cros  

Entonces Jeconías, rey de Judá, salió al encuentro del rey de Babilonia, él y su madre, sus cortesanos, sus magnates y sus eunucos. Y el rey de Babilonia los capturó al año octavo de su reinado.


Llevó cautivos a Babilonia a Jeconías y a la madre del rey, a sus mujeres, a sus eunucos y a los nobles del país.


Hijos de Joaquín: Jeconías y Sedecías.


Jeconías tenía dieciocho años cuando subió al trono, y reinó tres meses y diez días en Jerusalén. Hizo lo que es malo a los ojos del Señor.


Ponme como sello sobre tu corazón, como sello sobre tu brazo; porque es fuerte el amor como la muerte; inflexibles, como el infierno, son los celos. Flechas de fuego son sus flechas, llamas divinas son sus llamas.


Mira, en la palma de mis manos te llevo grabado, tus muros están sin cesar ante mí.


Di al rey y a la reina: Sentaos en el suelo, porque ha caído de vuestra cabeza vuestra magnífica corona.


¿Es acaso un vaso vil y roto este hombre, Jeconías, un objeto que ninguno quiere? ¿Por qué han sido expulsados él y su estirpe, y arrojados a una tierra que no conocían?


Pues esto dice el Señor acerca de la casa real de Judá: Eras para mí como un Galaad, como una cima del Líbano. Pero yo te transformaré en desierto, en ciudad despoblada.


El Señor me mostró dos cestas de higos, que estaban delante del templo del Señor. Esto sucedió después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado al destierro, de Jerusalén a Babilonia, a Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, con sus nobles, sus cerrajeros y sus herreros.


Haré también regresar a este lugar a Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a todos los cautivos de Judá que fueron a Babilonia -dice el Señor- . Sí, yo romperé el yugo del rey de Babilonia'.


después de partir de Jerusalén el rey Jeconías y la reina madre, los eunucos, los príncipes de Judá y de Jerusalén, los herreros y los cerrajeros.


Sedecías, hijo de Josías, sucedió en el trono a Jeconías, hijo de Joaquín, a quien Nabucodonosor, rey de Babilonia, había constituido rey del país de Judá.


En aquel día, palabra del Señor todopoderoso, te tomaré a ti, Zorobabel, hijo de Sealtiel, mi siervo, dice el Señor, y haré de ti como un anillo de sellar; porque yo te he elegido, dice el Señor todopoderoso'.


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