Jerusalén está rodeada de montes; así rodea el Señor a su pueblo desde ahora y por siempre.
Jeremías 21:13 - Biblia Martin Nieto A ti me dirijo, moradora del valle, roca de la llanura -dice el Señor-, a vosotros que decís: '¿Quién podrá asaltarnos y penetrar en nuestros refugios?'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 He aquí yo estoy contra ti, moradora del valle, y de la piedra de la llanura, dice Jehová; los que decís: ¿Quién subirá contra nosotros, y quién entrará en nuestras moradas? Biblia Nueva Traducción Viviente Yo pelearé personalmente contra el pueblo en Jerusalén, esa poderosa fortaleza, contra el pueblo que se jacta: ‘Nadie puede tocarnos aquí; nadie puede entrar aquí’. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Aquí me tienes, tú que dominas el valle, como peñón en la llanura! dice Yavé. Tú decías: '¿Quién nos asaltará y penetrará en nuestros refugios?' La Biblia Textual 3a Edicion ¡Heme aquí contra ti, oh moradora del valle, Y de la roca de la llanura!,° dice YHVH. Vosotros que decís: ¿Quién bajará contra nosotros, y quién entrará en nuestras moradas? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mira que vengo contra ti, la asentada sobre el valle, roca de la llanura -oráculo de Yahveh-. Vosotros decís: '¿Quién vendrá sobre nosotros, y quién podrá entrar en nuestros refugios?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí, yo estoy contra ti, oh habitante del valle, roca de la llanura, dice Jehová; los que decís: ¿Quién descenderá contra nosotros? ¿O quién entrará en nuestras habitaciones? |
Jerusalén está rodeada de montes; así rodea el Señor a su pueblo desde ahora y por siempre.
Ese día dirás a tus hijos: Esto es en memoria de lo que por mí hizo el Señor cuando salí de Egipto.
Oráculo sobre el valle de la Visión. ¿Qué es lo que tienes para que hayas subido toda entera a los tejados,
y las montañas, en plena campiña). Tus bienes, todos tus tesoros los entregaré al saqueo por todos los pecados cometidos en las colinas en todo el territorio.
Y yo mismo combatiré contra vosotros con mano fuerte y brazo extendido, con cólera, furor y gran indignación.
El infundir terror y la soberbia de tu corazón te han engañado, tú que habitas en las cuevas de las rocas y te agarras a las vetas de los montes. Aunque pusieses tu nido en lo alto, como el águila, de allí te precipitaría -dice el Señor-.
Aquí estoy contra ti, oh insolencia -dice el Señor Dios omnipotente-; ha llegado tu día, la hora de tu castigo.
Aquí estoy contra ti, montaña destructora -dice el Señor-, que arrasas toda la tierra. Voy a extender mi mano contra ti, te haré rodar de lo alto de las rocas y te convertiré en monte calcinado.
No os hagáis ilusiones con repetir palabras mentirosas: Aquí está el templo del Señor. ¡Qué templo del Señor, templo del Señor!
No creían los reyes de la tierra, todos los habitantes del mundo, que el opresor y el enemigo atravesaría las puertas de Jerusalén.
Por tanto, esto dice el Señor Dios: Porque vuestras palabras son falsas y vuestras visiones mentirosas, yo me pongo contra vosotros, declara el Señor Dios.
Dirás al bosque del Negueb: Escucha la palabra del Señor: Esto dice el Señor: Mira que yo voy a prenderte fuego, que devorará todos los árboles verdes lo mismo que los secos. La llama devoradora no se apagará y arderá todo en el Negueb de sur a norte.
Esto dice el Señor Dios: Aquí estoy yo contra los pastores reclamando mi rebaño de sus manos. No les confiaré más el pastoreo de mi rebaño; así no se apacentarán más a sí mismos. Les arrebataré mi ganado de su boca y ya no les servirá de pasto.
Por eso, esto dice el Señor Dios: También yo me vuelvo contra ti y haré justicia en medio de ti a los ojos de las gentes;
Sus jueces juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan por salario, sus profetas profetizan por dinero y luego se apoyan en el Señor diciendo: '¿Es que no está el Señor en medio de nosotros? ¡Ninguna desgracia nos alcanzará!'.
El león desgarraba la presa para sus cachorros, la estrangulaba para sus leonas, llenaba de botín su escondrijo y de rapiñas su cubil.