Saltará el cojo como un ciervo, la lengua del mudo gritará de júbilo, porque en el desierto brotarán corrientes de agua, y torrentes en la estepa;
Hechos 8:7 - Biblia Martin Nieto de muchos posesos salían los espíritus impuros dando grandes voces, y muchos paralíticos y cojos quedaban curados. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían estos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; Biblia Nueva Traducción Viviente Muchos espíritus malignos fueron expulsados, los cuales gritaban cuando salían de sus víctimas; y muchos que habían sido paralíticos o cojos fueron sanados. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues espíritus malos salían de los endemoniados dando gritos, y varios paralíticos y cojos quedaron sanos. La Biblia Textual 3a Edicion Porque de muchos que tenían° espíritus inmundos, salían clamando a gran voz; y muchos paralíticos y cojos eran sanados. Biblia Serafín de Ausejo 1975 porque de muchos posesos salían los espíritus impuros clamando a grandes voces. Y muchos paralíticos y cojos eran curados. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque espíritus inmundos, dando grandes voces, salían de muchos poseídos; y muchos paralíticos y cojos eran sanados. |
Saltará el cojo como un ciervo, la lengua del mudo gritará de júbilo, porque en el desierto brotarán corrientes de agua, y torrentes en la estepa;
Reunió a sus doce apóstoles, y les dio poder de echar los espíritus inmundos y de curar todas las enfermedades y dolencias.
los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia el evangelio a los pobres:
Su fama se extendió por toda Siria. Le traían todos los que se sentían mal, aquejados de diversas enfermedades y sufrimientos, endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los curaba.
Y el espíritu, dando gritos y haciendo que el muchacho se retorciera violentamente, salió de él, dejándolo como muerto, tanto que muchos decían que estaba muerto.
Los setenta y dos volvieron llenos de alegría, diciendo: 'Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre'.
'Os aseguro que el que cree en mí hará las obras que yo hago y las hará aún mayores que éstas, porque yo me voy al Padre;
De las aldeas próximas a Jerusalén acudía también mucha gente llevando enfermos y poseídos por espíritus inmundos, y todos eran curados.
La gente escuchaba con atención a Felipe, pues había oído hablar de los milagros que hacía y ahora los estaban viendo:
confirmando Dios su testimonio con signos, prodigios y toda clase de milagros, y con los dones que el Espíritu Santo reparte según su voluntad.