Clama a voz en grito sin reparo, alza tu voz como la corneta. Anuncia a mi pueblo sus injusticias, a la casa de Jacob sus pecados.
Hechos 18:9 - Biblia Martin Nieto Una noche el Señor dijo en visión a Pablo: 'No tengas miedo, habla y no calles, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles; Biblia Nueva Traducción Viviente Una noche, el Señor le habló a Pablo en una visión y le dijo: «¡No tengas miedo! ¡Habla con libertad! ¡No te quedes callado! Biblia Católica (Latinoamericana) Una noche el Señor le dijo a Pablo en una visión: 'No tengas miedo, sigue hablando y no calles, La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por la noche, en una visión, dijo el Señor a Pablo: 'No tengas miedo. Sigue hablando y no te calles; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el Señor en una visión de noche, dijo a Pablo: No temas, sino habla, y no calles; |
Clama a voz en grito sin reparo, alza tu voz como la corneta. Anuncia a mi pueblo sus injusticias, a la casa de Jacob sus pecados.
Pero tú, cíñete la cintura, levántate para decirles todo lo que yo te ordene. No tiembles ante ellos, no sea que te haga yo temblar en su presencia.
'Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, a predicar lo que yo te diga'.
Yo, en cambio, estoy lleno de fuerza, gracias al espíritu del Señor, de justicia y de fortaleza, para anunciar a Jacob su delito y a Israel su pecado.
Durante la noche Pablo tuvo una visión: un macedonio, puesto en pie, le suplicaba: 'Ven a Macedonia y ayúdanos'.
porque yo estoy contigo, y nadie intentará hacerte mal, pues tengo en esta ciudad un pueblo numeroso'.
y vi al Señor, que me decía: Date prisa y sal pronto de Jerusalén, porque no recibirán tu testimonio acerca de mí.
A la noche siguiente se le apareció el Señor y le dijo: 'Ten ánimo, pues como has dado testimonio en Jerusalén acerca de mí, así conviene también que lo des en Roma'.
Había en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor llamó en una visión: '¡Ananías!'. Y él respondió: 'Aquí estoy, Señor'.
¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿Es que no he visto a Jesús, Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?
Como sabéis, después de haber sido maltratados y ultrajados en Filipos, llenos de confianza en el Señor, nos atrevimos a anunciaros su evangelio en medio también de grandes luchas.