Ciro, rey de Persia, le confió la tarea a Mitrídates, el tesorero, el cual se los entregó a Sesbasar, jefe de Judá.
Hageo 2:2 - Biblia Martin Nieto 'Di a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá; a Josué, hijo de Yehosadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo lo siguiente: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo: Biblia Nueva Traducción Viviente «Di lo siguiente a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Jesúa, hijo de Jehosadac, el sumo sacerdote, y al remanente del pueblo de Dios allí en la tierra: Biblia Católica (Latinoamericana) que transmitiera el siguiente recado a Zorobabel, gobernador de Judá, y a Josué, sumo sacerdote, y a todo el pueblo en general: La Biblia Textual 3a Edicion Habla ahora a Zorobabel ben Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué ben Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo: Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Habla a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, a Josué, hijo de Josadac, el sumo sacerdote, y a todo el resto del pueblo, y diles: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Habla ahora a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Josadac, el sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo: |
Ciro, rey de Persia, le confió la tarea a Mitrídates, el tesorero, el cual se los entregó a Sesbasar, jefe de Judá.
y el gobernador les prohibió comer alimentos sagrados hasta que se presentase un sacerdote para consultar las suertes.
Josué, hijo de Yosadac, con sus hermanos sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Sealtiel, con sus hermanos, se pusieron a reconstruir el altar del Dios de Israel para ofrecer en él los holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés, hombre de Dios.
Entonces Nehemías, el gobernador; Esdras, el sacerdote-escriba, y los levitas que instruían al pueblo dijeron a toda la asamblea: 'Este día está consagrado al Señor, vuestro Dios; no estéis tristes, no lloréis'. Porque todo el pueblo lloraba al escuchar las palabras de la ley.
El año segundo del rey Darío, en el mes sexto, el día primero del mes, fue dirigida esta palabra del Señor, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Yehosadac, sumo sacerdote, en estos términos:
Entonces Zorobabel, hijo de Sealtiel; Josué, hijo de Yehosadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo escucharon la voz del Señor, su Dios, y las palabras de Ageo, el profeta, según la misión que el Señor le había encomendado, y el pueblo se llenó de temor ante el Señor.
Y el Señor levantó el ánimo de Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá; de Josué, hijo de Yehosadac, sumo sacerdote, y de todo el resto del pueblo, de tal manera que fueron y se pusieron a la obra en el templo del Señor todopoderoso, su Dios.