y habló así a Efrón en presencia del pueblo: 'Escúchame, por favor; yo te doy el precio del campo; tómalo de mi mano y sepultaré en él a mi difunta'.
Génesis 33:19 - Biblia Martin Nieto Compró después a los hijos de Jamor, padre de Siquén, por cien monedas de plata, el trozo de campo donde había levantado su tienda, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y compró una parte del campo, donde plantó su tienda, de mano de los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien monedas. Biblia Nueva Traducción Viviente La parcela donde acampó la compró a la familia de Hamor, el padre de Siquem, por cien monedas de plata. Biblia Católica (Latinoamericana) Compró por cien monedas de plata a los hijos de Hamor, que era padre de Siquem, el pedazo de tierra en que había instalado sus tiendas. La Biblia Textual 3a Edicion Y allí donde había plantado su tienda, compró la parcela del campo° de mano de los hijos de Hamor, padre de Siquem, por cien monedas.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Compró a los hijos de Jamor, padre de Siquén, por cien monedas, la parcela de tierra donde había levantado su tienda. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y compró una parte del campo, donde tendió su tienda, de mano de los hijos de Hamor, padre de Siquem, por cien monedas. |
y habló así a Efrón en presencia del pueblo: 'Escúchame, por favor; yo te doy el precio del campo; tómalo de mi mano y sepultaré en él a mi difunta'.
'Señor, escúchame; una tierra de cuatrocientas monedas de plata, ¿qué es para ti ni para mí?'.
Llegó a un pueblo llamado Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José.
Sus cuerpos fueron trasladados a Siquén y puestos en el sepulcro que Abrahán había comprado con dinero a los hijos de Jamot.
Los huesos de José, que los israelitas habían traído de Egipto, fueron sepultados en Siquén, en la parte del campo que Jacob había comprado por cien monedas de plata a los hijos de Jamor, padre de Siquén, y que pasó a ser propiedad de los hijos de José.
Entonces Gaal, hijo de Obed, dijo: '¿Qué es Abimelec y quién es Siquén para que debamos ser sus siervos? ¿No sirvió el hijo de Yerubaal y Zebul, su lugarteniente, a las gentes de Jamor, padre de Siquén? ¿Por qué, entonces, debemos servirles nosotros?