Quiero que me jures por el Señor, Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás para mi hijo una mujer de entre las hijas de los cananeos entre las cuales habito,
Génesis 26:34 - Biblia Martin Nieto Esaú, a la edad de cuarenta años, se casó con Judit, hija del hitita Beeri, y con Basmat, hija del hitita Elón. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y cuando Esaú era de cuarenta años, tomó por mujer a Judit hija de Beeri heteo, y a Basemat hija de Elón heteo; Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Esaú tenía cuarenta años, se casó con dos mujeres hititas: Judit, hija de Beeri, y Basemat, hija de Elón; Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando Esaú tenía cuarenta años, tomó por esposa a Judit, hija de Berí el heteo, y a Basemat, hija de Elón, heteo también. La Biblia Textual 3a Edicion Era Esaú de cuarenta años cuando tomó por mujer a Judit, hija del heteo Beeri, y a Bosemat, hija del heteo Elón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando Esaú tenía cuarenta años tomó por mujeres a Judit, hija de Beerí, el hitita, y a Basmat, hija de Elón, el hitita, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Esaú tenía cuarenta años cuando tomó por esposa a Judit hija de Beeri heteo, y a Basemat, hija de Elón heteo: |
Quiero que me jures por el Señor, Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás para mi hijo una mujer de entre las hijas de los cananeos entre las cuales habito,
Después dijo a Isaac: 'Estoy asqueada de la vida, a causa de estas hititas. Si Jacob se casa con una hitita como éstas, ¿qué me importa la vida?'.
se fue donde Ismael y, además de las que ya tenía, tomó por mujer a Majalat, hija de Ismael, el hijo de Abrahán, hermana de Nebayot.
Esaú se casó con mujeres cananeas: Adá, hija del hitita Elón; Olibamá, hija de Aná, hijo del hitita Sibeón;
y Olibamá a Yeús, Yalán y Coré. Éstos fueron los hijos de Esaú, que le nacieron en tierra de Canaán.
No tomarás de entre sus hijas mujeres para tus hijos, pues ellas se prostituirán ante sus dioses y arrastrarán a tus hijos a prostituirse también ante ellos.
pero para evitar la lujuria, que cada uno tenga su mujer, y cada mujer su marido.
que nadie sea lujurioso ni desprecie la religión, como Esaú, quien, por una comida, vendió sus derechos de primogénito.
David dijo a Ajimélec, el hitita, y a Abisay, hijo de Sarvia: '¿Quién quiere venir conmigo al campamento de Saúl?'. Abisay respondió: 'Yo iré contigo'.