pasaron a ser propiedad de Abrahán en presencia de todos los hititas y de todos los que entraban por la puerta de la ciudad.
Génesis 23:19 - Biblia Martin Nieto Después Abrahán enterró a Sara en la cueva del campo de Macpela, enfrente de Mambré, en tierra de Canaán. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Después de esto sepultó Abraham a Sara su mujer en la cueva de la heredad de Macpela al oriente de Mamre, que es Hebrón, en la tierra de Canaán. Biblia Nueva Traducción Viviente Después Abraham enterró a su esposa, Sara, allí en Canaán, en la cueva de Macpela, cerca de Mamre (también llamado Hebrón). Biblia Católica (Latinoamericana) Después Abrahán sepultó a Sara, su mujer, en la cueva que está en el campo de Macpelá, frente a Mambré, en Canaán. La Biblia Textual 3a Edicion Después de esto, sepultó Abraham a Sara su mujer en la cueva del campo de la Makpelah, frente a Mamre, que es Hebrón, en tierra de Canaán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después de esto, Abrahán sepultó a Sara, su mujer, en la cueva del campo de Macpelá, frente a Mamré, que es Hebrón, en tierra de Canaán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y después de esto sepultó Abraham a Sara su esposa en la cueva de la heredad de Macpela enfrente de Mamre, que es Hebrón, en la tierra de Canaán. |
pasaron a ser propiedad de Abrahán en presencia de todos los hititas y de todos los que entraban por la puerta de la ciudad.
Así el campo y la cueva que hay en él fueron adquiridos por Abrahán de los hititas, como propiedad funeraria.
Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado; porque polvo eres y en polvo te has de convertir'.
Y le dijo: 'Anda, vete a ver cómo están tus hermanos y el rebaño, y tráeme noticias'. Lo envió al valle de Hebrón, y José llegó a Siquén.
Cuando me duerma con mis padres, sácame de Egipto y entiérrame en su sepultura'. José respondió: 'Haré como tú dices'.
Lo llevaron a Canaán y lo sepultaron en la caverna del campo de Macpela, comprada por Abrahán para sepultura de los suyos a Efrón, el hitita, enfrente de Mambré.
José hizo jurar a los hijos de Israel así: 'Ya que Dios vendrá ciertamente en vuestra ayuda, llevaréis de aquí mis huesos'.
¡Bien sé que a la muerte me conduces, al sitio de cita de todos los vivientes!
cuando en las alturas haya temores y en los caminos angustias; y florezca el almendro, y se haga pesada la langosta y no sirva para nada la alcaparra, porque el hombre se va a su morada eterna, y las plañideras recorren la calle;
y que el polvo torne a la tierra como era antes, y que el espíritu vuelva a Dios, que es quien lo dio.
Un hombre que haya tenido cien hijos y haya vivido muchos años, si no se hartó de felicidad y no tuvo ni siquiera una sepultura, en este caso yo digo que el abortivo es más feliz que él.