Pero el Señor castigó con grandes plagas al Faraón y a su casa por lo de Saray, la mujer de Abrán.
Génesis 20:17 - Biblia Martin Nieto Abrahán rezó a Dios, y Dios curó a Abimelec, a su mujer y a sus siervos para que de nuevo pudieran tener hijos; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, y tuvieron hijos. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec, a su esposa y a sus siervas para que pudieran tener hijos. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Abrahán oró por Abimelec, y Dios curó a Abimelec, a su esposa y a sus esclavos, a fin de que pudieran tener hijos. La Biblia Textual 3a Edicion Y Abraham oró a ’Elohim, y ’Elohim sanó a Abimelec, y a su mujer y a sus siervas, las cuales tuvieron hijos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Rogó Abrahán a Dios; y Dios sanó a Abimélec, a su mujer y a sus siervas, para que pudieran tener hijos; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su esposa, y a sus siervas, y tuvieron hijos. |
Pero el Señor castigó con grandes plagas al Faraón y a su casa por lo de Saray, la mujer de Abrán.
Ahora, devuélvesela a ese hombre. Él es profeta, e intercederá por ti para que vivas. Pero si no la devuelves, tú y todos los tuyos moriréis'.
El Señor vio que Lía era despreciada y la hizo fecunda, mientras que Raquel era estéril.
para que ofrezcan sacrificios agradables al Dios del cielo y rueguen por la vida del rey y de sus hijos.
Tomad, pues, siete becerros, presentaos a mi siervo Job y ofrecedlos en holocausto por vosotros. Mi siervo Job intercederá por vosotros, y yo, por consideración a él, no os infligiré mi azote por no haber hablado rectamente de mí como mi siervo Job'.
Esto dice el Señor, el Santo de Israel, su creador: ¿Me vais a interrogar sobre mis hijos y a darme órdenes sobre la obra de mis manos?
El pueblo fue a decir a Moisés: 'Hemos pecado murmurando contra el Señor y contra ti. Pide al Señor que aleje de nosotros las serpientes'. Moisés intercedió por el pueblo.
Todos los profetas que hablaron, a partir de Samuel, anunciaron estos días.
No os inquietéis por cosa alguna, sino más bien en toda oración y plegaria presentad al Señor vuestras necesidades con acción de gracias.
Confesaos los pecados unos a otros y rezad unos por otros, para que os curéis. La oración fervorosa del justo tiene un gran poder.