Abrahán cayó rostro en tierra y se puso a reír diciéndose a sí mismo: '¿A un hombre de cien años le podrá nacer un hijo, y Sara a los noventa años podrá ser madre?'.
Génesis 18:12 - Biblia Martin Nieto Sara se echó a reír, pensando para sí: '¿Después de haber envejecido he de conocer el placer, siendo también mi marido viejo?'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Se rio, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? Biblia Nueva Traducción Viviente Así que se rio en silencio dentro de sí misma, y dijo: «¿Cómo podría una mujer acabada como yo disfrutar semejante placer, sobre todo cuando mi señor —mi esposo— también es muy viejo?». Biblia Católica (Latinoamericana) Sara se rió, mientras pensaba: 'Ahora que soy anciana, ¿haré el amor con mi marido que es tan viejo?' La Biblia Textual 3a Edicion Y se rió Sara en sus adentros, diciendo: ¿Después de mi menopausia he de tener placer, siendo mi señor° anciano? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Rióse, pues, Sara en su interior, pensando: '¿Voy a conocer yo el placer, ahora que ya estoy desgastada y con un marido viejo?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? |
Abrahán cayó rostro en tierra y se puso a reír diciéndose a sí mismo: '¿A un hombre de cien años le podrá nacer un hijo, y Sara a los noventa años podrá ser madre?'.
Pero el Señor dijo a Abrahán: 'Por qué se ha reído Sara diciéndose: ¿Podrá ser verdad que voy a ser madre siendo tan vieja?
Eliseo le dijo: 'El año próximo, por estas fechas, tendrás en brazos un hijo'. Ella respondió: 'No, señor mío, hombre de Dios, no engañes a tu sierva'.
Nuestra boca se nos llenó de risa y nuestra lengua de cantares. Entonces se decía entre las gentes: 'El Señor ha hecho por ellos grandes cosas'.
Por lo que toca a vosotros, que cada uno ame a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.
ejemplo es Sara que obedeció a Abrahán, llamándole señor. Vosotras podéis ostentar el título de hijas suyas si hacéis el bien sin dejaros atemorizar por nada.
Al amanecer, la mujer fue a la casa donde estaba su marido y cayó muerta a la puerta.