El rey de Sodoma dijo a Abrán: 'Devuélveme las personas, y toma para ti los bienes'.
Génesis 14:20 - Biblia Martin Nieto bendito sea el Dios altísimo, que ha puesto en tus manos a tus enemigos'. Y Abrán le dio el diez por ciento de todo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. Biblia Nueva Traducción Viviente Y bendito sea Dios Altísimo, que derrotó a tus enemigos por ti». Luego Abram dio a Melquisedec una décima parte de todos los bienes que había recuperado. Biblia Católica (Latinoamericana) Y bendito sea el Dios Altísimo, porque entregó a tus enemigos en tus manos. Y Abram le dio la décima parte de todo lo que llevaba. La Biblia Textual 3a Edicion y bendito sea el Dios Altísimo, quien entregó a tus adversarios en tu mano! Y le° entregó el diezmo de todo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y bendito sea el Dios Altísimo, que puso a tus enemigos en tu mano'. Abrán le dio el diezmo de todo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. |
El rey de Sodoma dijo a Abrán: 'Devuélveme las personas, y toma para ti los bienes'.
diciendo: 'Bendito sea el Señor, Dios de mi amo Abrahán, que no ha dejado de mostrar su amistad y bondad para con mi señor y a mí me ha encaminado a la casa de los hermanos de mi amo'.
y esta piedra que he levantado a modo de estela será un santuario; de todo lo que me des te devolveré puntualmente la décima parte'.
De la cosecha daréis la quinta parte al Faraón, y las otras cuatro partes serán vuestras para la siembra de los campos y para vuestro consumo y el de vuestras familias'.
José puso esta ley, todavía en vigor hoy en Egipto: dar al Faraón la quinta parte; sólo las tierras de los sacerdotes no pasarán a ser propiedad del Faraón.
Y añadió: '¡Bendito sea el Señor, Dios de Sem! ¡Que Canaán sea su esclavo!
Ajimás se acercó y dijo al rey: 'Salud'. Se postró ante el rey rostro en tierra, y prosiguió: 'Bendito sea el Señor, tu Dios, que ha entregado a los hombres que levantaban su mano contra mi señor, el rey'.
almacenaron fielmente las ofrendas, la décima parte que habían traído y las cosas consagradas al Señor. El levita Conanías fue el encargado mayor, y su hermano Simeí, el segundo.
así como los primogénitos de nuestros hijos y de nuestros ganados, como está prescrito en la ley; los primogénitos de nuestras reses vacunas y de nuestro ganado menor, para presentarlos en el templo de nuestro Dios a los sacerdotes encargados del culto del templo de nuestro Dios;
y todo Judá trajo a los almacenes la décima parte del trigo, del vino y del aceite.
Expulsaste naciones y los plantaste a ellos, exterminaste pueblos para hacerlos crecer.
Tú subiste a la altura llevando prisioneros, recibiste tributo de hombres; los mismos rebeldes, oh Dios, se sometieron ante ti.
y dijo: '¡Bendito sea el Señor, que os ha librado de la mano de los egipcios y del Faraón! Él ha librado a este pueblo de la mano de los egipcios.
Id a Betel y pecad; a Guilgal y pecad más aún; por las mañanas ofreced vuestros sacrificios, y cada tres días vuestro diezmo;
Llevad íntegro el diezmo al tesoro para que haya alimento en mi casa; y ponedme así a prueba - dice el Señor todopoderoso-, a ver si no os abro las esclusas del cielo y derramo sobre vosotros las bendiciones sobreabundantemente.
¿Puede un hombre engañar a Dios? Sí, vosotros me engañáis y andáis diciendo: '¿En qué te hemos engañado?'. En los diezmos y en los tributos sagrados.
'El día de las primicias, cuando vayáis a presentar al Señor la ofrenda de los frutos nuevos en vuestra fiesta de las semanas, tendréis asamblea santa; no haréis ningún trabajo.
yo ayuno dos veces por semana y pago los diezmos de todo lo que poseo.
de ser ministro de Cristo Jesús entre los paganos; mi tarea sagrada consiste en anunciar el evangelio de Dios, para que la ofrenda de los paganos sea agradable a Dios, consagrada por el Espíritu Santo.
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales y celestiales.
No podrás comer en tu residencia los diezmos de tu trigo, de tu mosto y de tu aceite, ni los primogénitos de tus vacas y tus ovejas, ni tus votos u ofrendas voluntarias,
y en presencia del Señor, en el lugar elegido por él para hacer habitar en él su nombre, allí comerás el diezmo de tu trigo, de tu mosto, de tu aceite y los primogénitos de tu ganado mayor o menor, para que aprendas a respetar al Señor, tu Dios, en todo momento.
Cada tres años separarás la décima parte de los productos de este tercer año y lo depositarás a las puertas de tu ciudad.
Josué se apoderó de todos estos reyes y de sus territorios en una sola expedición, porque el Señor, Dios de Israel, combatía por Israel.