Sin embargo, volvieron a hacerme la misma invitación por cuatro veces; y yo les di siempre la misma respuesta.
Gálatas 2:5 - Biblia Martin Nieto Pero ni por un momento les prestamos sumisión, para que la verdad del evangelio persevere entre vosotros. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente pero no nos doblegamos ante ellos ni por un solo instante. Queríamos preservar la verdad del mensaje del evangelio para ustedes. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero nos negamos a ceder, aunque sólo fuera por un momento, a fin de que el Evangelio se mantenga entre ustedes en toda su verdad. La Biblia Textual 3a Edicion a los cuales ni por un momento aceptamos someternos, para que la verdad del evangelio permaneciera con vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero ni por un momento cedimos ni nos sometimos a ellos, para poner a salvo la verdad del Evangelio entre vosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) a los cuales ni aun por un instante accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros. |
Sin embargo, volvieron a hacerme la misma invitación por cuatro veces; y yo les di siempre la misma respuesta.
Después de un altercado y discusión no pequeña de Pablo y Bernabé contra ellos, se decidió que Pablo y Bernabé y algunos otros de entre ellos fueran a Jerusalén para tratar esta cuestión con los apóstoles y los presbíteros.
Estoy sorprendido de que tan rápidamente os hayáis apartado de aquel que os llamó por la gracia de Cristo y os hayáis pasado a otro evangelio.
Cuando vi que no se portaban conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro en presencia de todos:
¿Y ahora he pasado a ser enemigo vuestro sólo por haberos dicho la verdad?
también vosotros los que habéis escuchado la palabra de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, en el que habéis creído, habéis sido sellados con el Espíritu Santo prometido,
por la esperanza de lo que os está reservado en los cielos, de la que ya oísteis hablar por la palabra de la verdad del evangelio
Por todo ello damos continuamente gracias a Dios: porque, al recibir la palabra de Dios que os predicamos, la abrazasteis no como palabra de hombre, sino como lo que es en verdad, la palabra de Dios, que permanece vitalmente activa en vosotros, los creyentes.
Queridísimos, tenía un gran deseo de escribiros acerca de nuestra común salvación, y me he visto obligado a hacerlo para exhortaros a luchar por la fe, que de una vez para siempre ha sido transmitida a los creyentes.