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Éxodo 9:7 - Biblia Martin Nieto

El Faraón mandó a ver, y del ganado de los israelitas no había muerto ni uno solo. Pero el corazón del Faraón siguió endurecido y no dejó salir al pueblo.

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Biblia Reina Valera 1960

Entonces Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces el faraón envió a sus funcionarios a investigar, ¡y comprobaron que los israelitas no habían perdido ni uno de sus animales! Pero aun así, el corazón del faraón siguió obstinado, y una vez más se negó a dejar salir al pueblo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Faraón se informó al respecto: ¡ninguno había muerto de los que pertenecían a Israel! Pero siguió en su ceguera y no dejó salir al pueblo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y envió Faraón, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había perecido ni uno. Aun así, el corazón de Faraón se endureció y no dejó partir al pueblo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo.

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Éxodo 9:7
11 Tagairtí Cros  

Sabio de mente y robusto de fuerza, ¿quién puede resistirle impunemente?


Yo sé bien que el rey de Egipto no os dejará ir a no ser a la fuerza.


El corazón del Faraón se endureció y no les escuchó, tal y como había dicho el Señor.


El Señor dijo a Moisés: 'El corazón del Faraón se ha endurecido y se niega a dejar salir al pueblo.


Pero el Señor endureció el corazón del Faraón, que no dejó salir al pueblo, como había dicho el Señor.


El Señor dijo a Moisés y a Aarón: 'Tomad un puñado de ceniza de horno y que Moisés la tire al aire en presencia del Faraón.


El hombre que ante los reproches se hace más terco será quebrantado de repente y sin remedio.


Porque sabía que tú eres obstinado, que es una barra de hierro tu cerviz y de bronce tu frente,


Pero tan pronto como se ensoberbeció su corazón y su espíritu se obstinó en el orgullo, fue depuesto de su trono real y se le quitó su gloria.


Así pues, tiene misericordia de quien quiere, y a quien quiere le endurece el corazón.