Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Ester 8:3 - Biblia Martin Nieto

Ester volvió a hablar al rey. Se echó a sus pies llorando y rogándole que anulase los malvados propósitos de Amán, el de Agag, y sus proyectos contra los judíos.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Volvió luego Ester a hablar delante del rey, y se echó a sus pies, llorando y rogándole que hiciese nula la maldad de Amán agagueo y su designio que había tramado contra los judíos.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Luego Ester volvió a presentarse ante el rey, cayó a sus pies y le suplicó con lágrimas que detuviera el plan siniestro que Amán, el agagueo, había conspirado contra los judíos.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Una vez más, Ester habló con el rey, cayó de rodillas a sus pies y le suplicó que dejara sin efecto la malvada idea de Amán, descendiente de Agag, y los proyectos que había tramado contra los judíos.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Ester habló nuevamente ante el rey, y cayó ante sus pies, y con lágrimas en los ojos le rogó que impidiera la perversidad de Amán agagueo y el plan que había tramado contra los judíos.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ester volvió para hablar en presencia del rey: cayó a sus pies, se echó a llorar y le suplicó que apartara la maldad y el proyecto que Amán, el de Agag, había concebido contra los judíos.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Esther habló otra vez delante del rey, y postrándose a sus pies le rogó con lágrimas que hiciese nula la maldad de Amán agageo, y su designio que él había tramado contra los judíos.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Ester 8:3
10 Tagairtí Cros  

Llegó adonde estaba el hombre de Dios en el monte, y se abrazó a sus pies. Guejazí fue a separarla, pero el hombre de Dios dijo: 'Déjala, porque está muy apenada; pero el Señor me lo ha tenido oculto y nada me ha manifestado'.


Algún tiempo después el rey Asuero encumbró a Amán, hijo de Hamdatá, el de Agag; le dio un alto cargo por encima de todos los funcionarios, sus compañeros.


pues yo y mi pueblo estamos condenados al exterminio, a la matanza, al aniquilamiento. Si al menos se hubiese tratado de vendernos como esclavos o esclavas, callaría; pero el enemigo no podrá compensar los daños al rey'.


El rey se quitó el anillo que había recobrado de Amán y se lo dio a Mardoqueo. Ester confió a Mardoqueo la gestión de la casa de Amán.


El rey tendió el cetro de oro y ella se levantó, se puso delante del rey,


Entonces Ezequías se volvió contra la pared y oró así al Señor:


Desde el seno materno agarró del talón a su hermano, y de adulto peleó con Dios.


Él, en los días de su vida mortal, presentó con gran clamor y lágrimas oraciones y súplicas al que podía salvarle de la muerte, y fue escuchado en atención a su obediencia;


Se echó a sus pies y dijo: 'Que la culpa recaiga sobre mí, señor. Deja hablar a tu sierva y escucha mis palabras.