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Efesios 4:5 - Biblia Martin Nieto

Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo

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Biblia Reina Valera 1960

un Señor, una fe, un bautismo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,

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La Biblia Textual 3a Edicion

Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Un Señor, una fe, un bautismo,

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Efesios 4:5
28 Tagairtí Cros  

Y el Señor reinará sobre toda la tierra. En aquel día el Señor será único, y único será su nombre.


Id, pues, y haced discípulos míos en todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,


Él ha enviado su palabra a los israelitas anunciando la paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos.


Tenga, pues, todo Israel la certeza de que Dios ha constituido señor y mesías a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado'.


porque sólo hay un Dios, que justificará por la fe tanto a los circuncidados como a los no circuncidados.


¿Está dividido Cristo? ¿Acaso Pablo fue crucificado por vosotros o habéis sido bautizados en su nombre?


a la Iglesia de Dios que está en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, llamados y consagrados, con todos los que invocan en cualquier lugar el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro;


Porque todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, fuimos bautizados en un solo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido del mismo Espíritu.


diversidad de funciones, pero el mismo Señor;


para nosotros hay un solo Dios, el Padre, del que proceden todas las cosas y por el que hemos sido creados; y un solo Señor, Jesucristo, por quien existen todas las cosas, y por el que también nosotros existimos.


Porque si alguno viene a predicaros otro Jesucristo diferente del que yo os he predicado, o si recibís otro Espíritu diferente del que habéis recibido, u otro evangelio que el que abrazasteis, lo aceptáis con gusto.


Si creemos en Cristo, da lo mismo estar o no estar circuncidados; lo que importa es la fe y que esta fe se exprese en obras de amor.


hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y al conocimiento completo del Hijo de Dios, y a constituir el estado del hombre perfecto a la medida de la edad de la plenitud de Cristo,


y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre.


más aún, todo lo tengo por pérdida ante el sublime conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien he sacrificado todas las cosas, y las tengo por basura con tal de ganar a Cristo


Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo para dar a los elegidos de Dios la fe y el conocimiento de la verdad de nuestra religión,


a Tito, mi verdadero hijo en nuestra fe común, te deseo la gracia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador.


Acordaos de vuestros jefes, aquellos que os anunciaron la palabra de Dios; y, considerando el fin de su vida, imitad su fe.


y que a pesar de todo recayeron, es imposible que se renueven otra vez por la penitencia, ya que de nuevo crucifican por su cuenta al Hijo de Dios y le declaran infame.


Por el contrario, alguien dirá: 'Tú tienes la fe, y yo las obras. Muéstrame, si puedes, tu fe sin obras, y yo con mis obras te mostraré la fe'.


agua que presagiaba el bautismo, que ahora os salva a vosotros, no mediante la purificación de la inmundicia corporal sino mediante la súplica hecha a Dios por una conciencia buena la cual recibe su eficacia de la resurrección de Jesucristo,


Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han alcanzado una fe no menos preciosa que la nuestra mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo.


Vosotros, en cambio, queridos, asentaos en el cimiento de vuestra santa fe, orad en el Espíritu Santo;


Queridísimos, tenía un gran deseo de escribiros acerca de nuestra común salvación, y me he visto obligado a hacerlo para exhortaros a luchar por la fe, que de una vez para siempre ha sido transmitida a los creyentes.