El rey pasó a Guilgal, y Quimán continuó con él. Todo el pueblo de Judá y la mitad del pueblo de Israel acompañaban al rey en la travesía.
Eclesiastés 10:13 - Biblia Martin Nieto Las primeras palabras de su boca son despropósitos, y el final de su discurso funesta locura. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla, nocivo desvarío. Biblia Nueva Traducción Viviente Los necios basan sus pensamientos en suposiciones insensatas, por lo tanto, llegan a conclusiones locas y malvadas; Biblia Católica (Latinoamericana) Su punto de partida es un error, y la conclusión es tan peligrosa como absurda. La Biblia Textual 3a Edicion El principio de las palabras de su boca es la necedad, Y el fin de su perorata° no es más que un triste desvarío. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El comienzo de su parloteo es insensatez; el final de lo que dice pésima locura. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla es nociva locura. |
El rey pasó a Guilgal, y Quimán continuó con él. Todo el pueblo de Judá y la mitad del pueblo de Israel acompañaban al rey en la travesía.
Y el rey respondió: 'Si el Señor no te socorre, ¿con qué te voy a socorrer yo? ¿Con el producto de la era o del lagar?'.
Luego dijo: 'El Señor me castigue si la cabeza de Eliseo, hijo de Safat, queda hoy sobre sus hombros'.
El hombre sensato lo hace todo con reflexión, pero el necio manifiesta su insensatez.
Cuando un sabio discute con un insensato, ya se irrite éste, ya se ría, a ninguna solución llegará.
El tonto multiplica las palabras. El hombre ignora el pasado; y ¿quién puede indicarle lo que sucederá después?
Porque de la multitud de las preocupaciones nacen los sueños, y por el exceso de palabras se dicen disparates.
Todavía apliqué mi corazón a saber, examinar e investigar la sabiduría y la razón de las cosas, y a reconocer que la maldad es una insensatez, y el desvarío una locura.
Entonces Herodes, al ver que los magos se habían burlado de él, montó en cólera y mandó matar a todos los niños de Belén y de todo su territorio, de dos años para abajo, según el tiempo que había calculado por los magos.
Pero ellos, en el colmo de su locura, discutían sobre lo que tenían que hacer con Jesús.
Unos fariseos dijeron: '¿Por qué hacéis lo que no está permitido hacer en sábado?'.
Al cuarto día dijeron a la mujer de Sansón: 'Convence a tu marido para que te dé la solución del acertijo; de lo contrario, te quemaremos a ti y la casa de tu padre. ¿Es que nos habéis invitado para quitarnos lo nuestro?'.