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Daniel 7:15 - Biblia Martin Nieto

Yo, Daniel, quedé profundamente turbado y las visiones que contemplé me dejaron asustado.

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Biblia Reina Valera 1960

Se me turbó el espíritu a mí, Daniel, en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me asombraron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Yo, Daniel, quedé muy angustiado por todo lo que había visto, y las visiones me aterrorizaron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Yo Daniel seguía allí. Mi espíritu estaba perturbado por todo eso, pues esas visiones me habían aterrorizado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

En cuanto a mí, Daniel, se me turbó el espíritu dentro de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me asombraron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Yo, Daniel, quedé turbado en mi espíritu por todas estas cosas y las visiones de mi mente me aterraron.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Yo Daniel, fui turbado en mi espíritu en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me asombraron.

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Daniel 7:15
18 Tagairtí Cros  

A la mañana siguiente el Faraón, muy turbado, mandó llamar a todos los adivinos y a todos los sabios de Egipto y les contó su sueño, pero nadie pudo explicárselo.


A pesar de todo, yo no te he insistido para que adelantases el desastre; no he deseado el día de la desgracia, tú lo sabes; lo que ha salido de mis labios está ante tu presencia.


Entonces un ser de aspecto humano me tocó los labios. Abrí mi boca, hablé y dije a aquel que estaba delante de mí: 'Señor mío, con esta aparición me invade un malestar y me quedo sin fuerzas.


El año segundo de su reinado, Nabucodonosor tuvo un sueño que le preocupó tanto, que no podía dormir.


el cual les dijo: 'He tenido un sueño y estoy preocupado por encontrar una explicación'.


eres tú, oh rey, que te has hecho grande y poderoso, tanto que tu grandeza ha crecido y ha llegado hasta el cielo y tu poder hasta los confines del mundo.


Finalmente vino a mi presencia Daniel, llamado Baltasar según el nombre de mi Dios, hombre en quien está el espíritu del Dios santo, y le conté el sueño.


El año primero de Baltasar, rey de Babilonia, Daniel, mientras estaba en la cama, tuvo un sueño y pasaron por su espíritu unas visiones. En seguida puso por escrito el sueño.


Aquí termina la relación. Yo, Daniel, quedé turbado por estos pensamientos y se me demudó el color del rostro. Pero lo guardé todo en mi corazón.


Cuando tenía la visión me encontraba en Susa, plaza fuerte de la provincia de Elán, a orillas del río Ulay.


Entonces yo, Daniel, me sentí sin fuerzas y estuve enfermo algunos días. Después me levanté y me seguí ocupando de los asuntos del rey. Pero continuaba asustado por la visión, que me resultaba incomprensible.


He oído, y estoy profundamente conmovido; a tu voz tiemblan mis labios; estoy completamente descompuesto, mis pasos vacilan al andar. Tranquilo espero el día de la angustia, que ha de caer sobre el pueblo que nos asalta.


que pronto abandonaré, según me ha manifestado nuestro Señor Jesucristo.