Le trató benévolamente y le concedió un trono sobre los tronos de los reyes que había en Babilonia.
Daniel 5:18 - Biblia Martin Nieto Oh rey, el Dios altísimo dio a tu padre Nabucodonosor el reino, el poder, la majestad y la gloria; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino y la grandeza, la gloria y la majestad. Biblia Nueva Traducción Viviente El Dios Altísimo le dio soberanía, majestad, gloria y honor a su antecesor, Nabucodonosor. Biblia Católica (Latinoamericana) Oh rey, el Dios Altísimo dio a tu padre Nabucodonosor la realeza, el poder, la gloria y la majestad. La Biblia Textual 3a Edicion Oh rey: ’Elaha ‘Il•laya dio a tu padre Nabucodonosor el reino y la grandeza, la gloria y la majestad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Oh rey!, el Dios Altísimo dio a Nabucodonosor, tu padre, el reino, la grandeza, la gloria y la majestad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino, y la grandeza, y la gloria y la honra: |
Le trató benévolamente y le concedió un trono sobre los tronos de los reyes que había en Babilonia.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón, quiero cantar tus maravillas;
Aunque broten como la hierba los malvados y florezcan los obradores de injusticia, serán destruidos para siempre.
yo mando a buscar a todas las tribus del norte -dice el Señor- y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra este país, contra sus habitantes y contra todas estas naciones de los contornos; las aniquilaré y las dejaré convertidas en objeto de horror, de escarnio y de oprobio perpetuo.
Yo, con mi gran fuerza y desplegando mi poder he hecho la tierra, los hombres y los animales que existen sobre ella, y se la doy a quien quiero.
Todas las naciones estarán sujetas a él, a su hijo y a su nieto, hasta que le llegue la hora también a su país; entonces lo subyugarán muchas naciones y reyes poderosos.
cuando se quebranta el derecho de un hombre bajo los ojos del altísimo,
yo lo he entregado en manos del príncipe de las naciones para que proceda con él conforme a su maldad; lo he desechado.
El árbol visto por ti, que se hizo grande y robusto, tan alto que llegaba hasta el cielo y era visible en toda la tierra,
eres tú, oh rey, que te has hecho grande y poderoso, tanto que tu grandeza ha crecido y ha llegado hasta el cielo y tu poder hasta los confines del mundo.
cuando tuve un sueño que me asustó, y los pensamientos que me asaltaron estando en la cama y las visiones de mi imaginación me dejaron turbado.
Ante él todos los habitantes de la tierra no valen nada; él hace lo que quiere con las milicias de los cielos y con los habitantes de la tierra. No hay nadie que pueda detener su mano, o le diga: ¿Qué haces?
Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, ensalzo y glorifico al rey del cielo, porque todas sus obras son verdad, todos sus caminos son justicia y porque sabe humillar a los que proceden con orgullo'.
Fue expulsado de la sociedad de los hombres; su corazón fue hecho semejante al de las bestias y fue a convivir con los asnos salvajes; se le dio de comer hierba como a los toros, y su cuerpo se humedeció con rocío del cielo, hasta que reconoció que el Dios altísimo tiene poder sobre el imperio de los hombres y pone en él a quien quiere.
al mediodía vi en el camino, oh rey, una luz venida del cielo, más brillante que la del sol, que me envolvió a mí y a los que iban conmigo.
Pero el altísimo no habita en obras hechas por manos de hombres, como dice el profeta:
Cuando el altísimo distribuyó / su herencia entre los pueblos, / cuando dividió a los hombres, / estableció las fronteras de los pueblos / según el número de los hijos de Israel.