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Daniel 5:13 - Biblia Martin Nieto

Daniel fue llevado ante el rey, el cual le dijo: '¿Así que tú eres Daniel, uno de los judíos deportados, que el rey mi padre trajo de Judea?

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Biblia Reina Valera 1960

Entonces Daniel fue traído delante del rey. Y dijo el rey a Daniel: ¿Eres tú aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Judá, que mi padre trajo de Judea?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces trajeron a Daniel delante del rey y el rey le preguntó: —¿Eres tú ese Daniel, uno de los cautivos traídos de Judá por mi antecesor, el rey Nabucodonosor?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Trajeron pues a Daniel a la presencia del rey. El rey tomó la palabra y le dijo: '¿Eres tú Daniel, uno de los desterrados que mi padre trasladó desde Judea?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces Daniel fue conducido ante el rey. Y dijo el rey a Daniel: ¿Eres tú aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Judá, que mi padre trajo de Judea?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Fue entonces llevado Daniel a la presencia del rey y el rey, tomando la palabra, le dijo a Daniel: '¿Eres tú Daniel, de los deportados de Judá, que el rey, mi padre, trajo de Judea?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces Daniel fue traído delante del rey. Y habló el rey, y dijo a Daniel: ¿Eres tú aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Judá, que mi padre trajo de Judea?

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Daniel 5:13
20 Tagairtí Cros  

Los repatriados hicieron como se había propuesto. El sacerdote Esdras escogió como colaboradores a los cabezas de familia, según sus casas patriarcales, todos ellos designados nominalmente. Iniciaron éstos sus revisiones para examinar la situación el día uno del décimo mes.


Se publicó después un bando en Judá y Jerusalén para que todos los repatriados se reunieran en Jerusalén,


Cuando los enemigos de Judá y Benjamín se enteraron de que los que habían vuelto del destierro estaban reconstruyendo el templo del Señor, Dios de Israel,


Los israelitas, sacerdotes, levitas y demás repatriados celebraron con júbilo la dedicación del templo de Dios.


El año tercero del reinado de Joaquín, rey de Judá, Nabucodonosor, rey de Babilonia, fue a Jerusalén y la sitió.


El Señor entregó en sus manos a Joaquín, rey de Judá, y una parte de los objetos del templo de Dios. Él los llevó a la tierra de Senaar y los depositó en el tesoro de sus dioses.


Daniel permaneció en la corte hasta el año primero del rey Ciro.


Entre éstos se encontraban los judíos Daniel, Ananías, Misael y Azarías.


Arioc se apresuró a llevar a Daniel ante el rey, y le dijo: 'He encontrado un hombre entre los deportados de Judá que puede indicar al rey la interpretación'.


El rey concedió a Daniel un alto grado, le hizo muchos regalos valiosos y le nombró gobernador de todas las provincias de Babilonia, así como jefe de todos los sabios de Babilonia.


Hay en tu reino un hombre en quien mora el espíritu del Dios santo. Ya en tiempo de tu padre demostró tener una intuición, una inteligencia y una sabiduría semejante a la de los dioses, tanto que el rey Nabucodonosor, tu padre, le nombró jefe de los magos, los adivinos, los caldeos y los astrólogos.


He oído decir que tú posees el espíritu de Dios y que tienes una intuición, una inteligencia y una sabiduría extraordinarias.


Oh rey, el Dios altísimo dio a tu padre Nabucodonosor el reino, el poder, la majestad y la gloria;


Animado por el vino, Baltasar mandó traer las copas de oro y plata que su padre Nabucodonosor se había llevado del templo de Jerusalén, para que bebieran en ellas el rey, sus dignatarios, sus mujeres y sus concubinas.


En seguida se presentaron al rey y le dijeron a propósito del decreto de prohibición: '¿No has firmado una prohibición que todo el que en el espacio de treinta días dirija una oración a cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea arrojado en la fosa de los leones?'. El rey respondió: 'Sí, así está establecido según la ley de los medos y los persas, que es irrevocable'.


El año tercero del reinado de Baltasar, yo, Daniel, tuve una segunda visión después de la precedente.


Entonces yo, Daniel, me sentí sin fuerzas y estuve enfermo algunos días. Después me levanté y me seguí ocupando de los asuntos del rey. Pero continuaba asustado por la visión, que me resultaba incomprensible.


Después de esto Jesús andaba por Galilea y evitaba andar por Judea, porque los judíos intentaban matarlo.


Sus hermanos le dijeron: 'Vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces;