en la cuarta, un crisólito, un ónice y un jaspe. Todas ellas encajadas en engarces de oro.
Daniel 10:6 - Biblia Martin Nieto Su cuerpo parecía de crisólito, su rostro era como el fulgor del relámpago, sus ojos como antorchas encendidas, sus brazos y sus pies como el destello del bronce bruñido y el rumor de sus palabras como el ruido de una multitud. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud. Biblia Nueva Traducción Viviente Su cuerpo tenía el aspecto de una piedra preciosa. Su cara destellaba como un rayo y sus ojos ardían como antorchas. Sus brazos y sus pies brillaban como el bronce pulido y su voz era como el bramido de una enorme multitud. Biblia Católica (Latinoamericana) Su cuerpo parecía de piedras preciosas, su rostro tenía el aspecto del rayo; sus ojos eran como lámparas encendidas, sus brazos y sus piernas brillaban como el bronce bruñido y sus palabras resonaban como el estruendo de una muchedumbre. La Biblia Textual 3a Edicion Su cuerpo era como un crisólito, su rostro como un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego. Sus brazos y pies tenían la refulgencia del bronce incandescente, y el sonido de sus palabras era como el estruendo de una multitud. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Su cuerpo era como crisólito, su rostro parecia un relámpago, sus ojos como antorchas encendidas, sus brazos y sus piernas como el brillo del bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el clamor de una multitud. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y su cuerpo era como el berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce resplandeciente, y la voz de sus palabras como la voz de una multitud. |
en la cuarta, un crisólito, un ónice y un jaspe. Todas ellas encajadas en engarces de oro.
Sus brazos, barras de oro, engastadas con piedras de Tarsis; su vientre, una masa de marfil guarnecida de zafiros.
El aspecto de las ruedas, su estructura, resplandecía como el crisólito. Tenían las cuatro la misma forma y parecían dispuestas como si una estuviese en medio de la otra.
Sentí el rumor de las alas mientras se movían; parecía el rumor de aguas ingentes, semejante a la voz del todopoderoso; un ruido tumultuoso como el de un ejército. Y cuando se pararon, replegaron sus alas.
Sus piernas eran rectas y sus pies semejantes a las pezuñas de un toro, relucientes como bronce bruñido.
Yo miré y vi que había cuatro ruedas al lado de los querubines, una junto a cada uno. El aspecto de las ruedas brillaba como el crisólito.
Me llevó allá; había allí un personaje de aspecto semejante al bronce, que tenía en la mano una cuerda de lino y una vara de medir, y estaba de pie junto a la puerta.
Miré y vi una figura como de un hombre. Desde lo que parecían sus caderas para abajo era de fuego, desde sus caderas para arriba un resplandor semejante al electro.
Y se transfiguró ante ellos. Su rostro brilló como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.
Mientras él oraba, cambió el aspecto de su rostro y sus vestidos se volvieron de una blancura resplandeciente.
Después vi otro ángel vigoroso, que bajaba del cielo envuelto en una nube; sobre la cabeza tenía el arco iris; su rostro era como el sol, y sus piernas como columnas de fuego.
Sus ojos son como una llama de fuego; sobre su cabeza tiene muchas diademas; tiene un nombre escrito, que él solo conoce;
Escribe al ángel de la Iglesia de Tiatira: Esto es lo que dice el hijo de Dios, que tiene los ojos como una llama y los pies como el bronce fundido a fuego.
el quinto, de sardónica; el sexto, de sardio; el séptimo, de crisólito; el octavo, de berilo; el noveno, de topacio; el décimo, de crisopasa; el undécimo, de jacinto; el duodécimo, de amatista.