Mientras sopla la brisa del día y las sombras se desvanecen, vuelve, amor mío; sé como la gacela o el joven cervatillo en los montes perfumados
Cantares 8:14 - Biblia Martin Nieto ¡Huye, amor mío, sé como la gacela, como el cervatillo en los montes perfumados! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Apresúrate, amado mío, Y sé semejante al corzo, o al cervatillo, Sobre las montañas de los aromas. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Ven conmigo, mi amor! Sé como una gacela, o como un venado joven sobre los montes de especias. Biblia Católica (Latinoamericana) Huye, amado mío,
como gacela o como un cabrito
por los montes de las balsameras. La Biblia Textual 3a Edicion Oh amado mío, apresúrate,° Y sé como la gacela o el cervatillo, sobre los montes de los aromas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Date prisa, amado mío, y sé cual la gacela o como el cervatillo por los montes de los bálsamos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Huye, amado mío; y sé semejante al corzo, o al cervatillo, sobre las montañas de los aromas. |
Mientras sopla la brisa del día y las sombras se desvanecen, vuelve, amor mío; sé como la gacela o el joven cervatillo en los montes perfumados
Yo os conjuro, hijas de Jerusalén, por las gacelas y las ciervas del campo, no despertéis, no turbéis a mi amor hasta cuando ella quiera. Ella:
Semejante es mi amor a una gacela, a un ágil cervatillo. Vedlo ya aquí apostado detrás de nuestra cerca. Mira por las ventanas, espía por las celosías.
Mientras sopla la brisa del día y las sombras se desvanecen, iré al monte de la mirra, a la colina del incienso.
Dijo: 'Un hombre de la nobleza marchó a un país lejano para recibir la dignidad real y volver.
Siempre que quieras podrás matar animales y comer su carne en todas tus ciudades, en la medida que te haya bendecido el Señor, tu Dios; y podrán comerla el puro y el impuro, como si se tratase de la gacela o del ciervo.
Me siento apremiado por ambas partes: por una, deseo la muerte para estar con Cristo, lo que es mejor para mí;
El Espíritu y la esposa dicen: 'Ven'. El que escuche, diga: 'Ven'. El que tenga sed, que venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.
El que afirma estas cosas dice: 'Sí, yo voy a llegar en seguida'. Amén. ¡Ven, Señor Jesús!