y de la sangre inocente que él había derramado hasta llenar Jerusalén. El Señor no quiso perdonar.
Apocalipsis 16:6 - Biblia Martin Nieto Ellos han derramado la sangre de los santos y de los profetas, y tú les has dado a beber sangre: se lo merecían. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen. Biblia Nueva Traducción Viviente Como derramaron la sangre de tu pueblo santo y de tus profetas, tú les has dado a beber sangre. Es su justa recompensa». Biblia Católica (Latinoamericana) pues ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, y tú les has dado a beber sangre. Bien se lo merecían. La Biblia Textual 3a Edicion Porque ellos derramaron sangre de santos y profetas, también Tú les has dado a beber sangre: ¡lo merecen! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque derramaron sangre de santos y de profetas, sangre les has dado a beber. Bien se lo merecen'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por cuanto ellos derramaron la sangre de santos y de profetas, y tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen. |
y de la sangre inocente que él había derramado hasta llenar Jerusalén. El Señor no quiso perdonar.
Para que sepas que soy yo el Señor, voy a golpear con el bastón que tengo en la mano las aguas del río y se convertirán en sangre.
A tus opresores haré comer su propia carne, de su misma sangre se embriagarán como de vino nuevo. Y todo mortal sabrá que yo, el Señor, soy tu salvador y tu redentor, el fuerte de Jacob.
En vano he castigado a vuestros hijos; no habéis aprendido la lección; vuestra espada devoró a vuestros profetas como un león devastador.
Los sacerdotes y los profetas dijeron a los magistrados y a todo el pueblo: 'Este hombre debe ser condenado a muerte porque ha profetizado contra la ciudad, como habéis escuchado con vuestros propios oídos'.
Entonces los magistrados y el pueblo entero dijeron a los sacerdotes y a los profetas: 'Este hombre no debe ser condenado a muerte, porque nos ha hablado en el nombre del Señor, nuestro Dios'.
Fue por los pecados de sus profetas, por las iniquidades de sus sacerdotes, que en medio de ella derramaban la sangre de los justos.
Con tus despojos regaré la tierra; con tu sangre, hasta la cima de los montes, hasta que rebosen los torrentes.
Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis seréis medidos.
Pero el que no lo sabe, si hace algo que merece castigo, será castigado con menos severidad. Al que mucho se le da, mucho se le reclamará; y al que mucho se le confía, más se le pedirá.
¿de cuánto mayor castigo pensáis vosotros que será digno quien haya pisoteado al Hijo de Dios y haya tratado como cosa profana la sangre de la alianza por la cual fue santificado, y haya ultrajado el Espíritu de la gracia?
Los pueblos habían montado en cólera; pero ha llegado tu ira y el momento de juzgar a los muertos; de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que veneran tu nombre, pequeños y grandes, y de exterminar a los que destruían la tierra.
Si alguno está destinado al cautiverio, irá al cautiverio; el que mata con la espada, a espada morirá. Aquí la perseverancia y la fe de los santos.
Le dieron el poder de dar vida a la estatua de la bestia hasta el punto de hacerla hablar y que hiciera matar a todos los que no la adorasen.
Alégrate sobre ella, ¡oh cielo!; y vosotros, santos, apóstoles y profetas, porque Dios, al condenarla, ha vengado vuestra causa.
y en ella se ha encontrado la sangre de los profetas, de los santos y de todos los que han sido degollados en la tierra.
porque sus sentencias son objetivas y justas, porque ha castigado a la gran prostituta que corrompía la tierra con su prostitución; él ha vengado en ella la sangre de sus siervos.