Dará a luz un hijo, y le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados'.
2 Timoteo 1:9 - Biblia Martin Nieto que nos ha salvado y nos ha llamado a una vida consagrada a él, no por nuestras obras, sino por pura voluntad suya y por la gracia que nos ha dado en Cristo Jesús, desde toda la eternidad, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, Biblia Nueva Traducción Viviente Pues Dios nos salvó y nos llamó para vivir una vida santa. No lo hizo porque lo mereciéramos, sino porque ese era su plan desde antes del comienzo del tiempo, para mostrarnos su gracia por medio de Cristo Jesús; Biblia Católica (Latinoamericana) El nos ha salvado y nos ha llamado para una vocación santa, no como premio a nuestros méritos, sino gratuitamente y por iniciativa propia. Esta llamada, que nos concedió en Cristo Jesús desde la eternidad, La Biblia Textual 3a Edicion quien nos salvó y nos llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según su propósito y la gracia que nos fue dada en Jesús el Mesías antes de los tiempos eternos; Biblia Serafín de Ausejo 1975 quien nos ha salvado y llamado a una vocación santa, no según nuestras obras, sino según su propio designio y gracia, que se nos dio en Cristo Jesús desde la eternidad, Biblia Reina Valera Gómez (2023) quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según su propósito y gracia, la cual nos fue dada en Cristo Jesús desde antes del principio de los siglos; |
Dará a luz un hijo, y le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados'.
En aquel momento, lleno de gozo bajo la acción del Espíritu Santo, dijo: 'Yo te alabo, Padre, señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los hombres sabios y a los entendidos, y se las has manifestado a los sencillos. Sí, Padre, porque así has querido.
Padre, yo quiero que también los que me has confiado estén conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria, que me has dado, porque antes de la creación del mundo ya me amabas.
Yo te ruego por ellos: no te ruego por el mundo, sino por los que tú me has confiado, pues son tuyos;
Todos los que el Padre me da vendrán a mí. Al que viene a mí no lo rechazo,
alabando a Dios y gozando del favor de todo el pueblo. El Señor añadía cada día al grupo a todos los que entraban por el camino de la salvación.
por ver si a los de mi raza les entra envidia y logro salvar a algunos de ellos.
Al que puede fortaleceros en el evangelio que yo anuncio, en la proclamación de Jesucristo y en la revelación del misterio mantenido en secreto desde tiempo eterno,
Porque por las obras de la ley no será justificado mortal alguno delante de él; pues por la ley tenemos solamente el conocimiento del pecado.
Cuando todavía no habían nacido sus dos hijos y, por tanto, no habían hecho nada bueno ni malo (para que el designio de Dios permaneciese conforme a su elección,
a saber, nosotros, a los que él llamó, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los paganos?
Porque el lenguaje de la cruz es una locura para los que se pierden; pero para nosotros, que nos salvamos, es poder de Dios.
En Cristo también hemos sido hechos herederos, predestinados según el designio del que todo lo hace conforme a su libre voluntad,
dándonos a conocer el designio misterioso de su voluntad, según los planes que se propuso realizar por medio de Cristo
nos dio vida juntamente con Cristo (pues habéis sido salvados por pura gracia) cuando estábamos muertos por el pecado,
según el plan eterno que Dios ha realizado en Cristo Jesús, Señor nuestro.
corro hacia la meta, hacia la vocación celeste de Dios en Cristo Jesús.
Y es que Dios no nos ha llamado a la impureza, sino a vivir en la santidad.
Pablo, apóstol de Cristo Jesús, por mandato de Dios, nuestro Salvador, y de Cristo Jesús, nuestra esperanza,
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios para anunciar la promesa de la vida que tenemos en Cristo Jesús,
basada en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no puede mentir, prometió esa vida desde la eternidad;
Por eso, hermanos, miembros del pueblo de Dios, partícipes de una vocación celeste, considerad al apóstol y sumo sacerdote de la fe que profesamos, a Jesús,
predestinado desde toda la eternidad y manifestado en los últimos tiempos por amor hacia vosotros,
Vosotros, por el contrario, sois linaje escogido, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su propiedad, para anunciar las grandezas del que os ha llamado de las tinieblas a su luz maravillosa,
La adorarán todos los habitantes de la tierra, cuyos nombres no están escritos desde el principio del mundo en el libro de la vida del cordero degollado.
La bestia que has visto era, pero ya no es; va a subir del abismo y a encaminarse hacia su ruina. Los habitantes de la tierra, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo, se llenarán de estupor cuando vean reaparecer a la bestia que era y ya no es.