y no permitiré de nuevo que los israelitas anden errantes fuera de la tierra que he dado a sus padres, con tal que hagan lo que yo les he ordenado y cumplan la ley que les prescribió mi siervo Moisés'.
2 Samuel 7:10 - Biblia Martin Nieto Asignaré un territorio a mi pueblo Israel y en él lo plantaré para que habite en él y no vuelva a ser perturbado, ni los malvados continúen oprimiéndolo como antes, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Además, yo fijaré lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más sea removido, ni los inicuos le aflijan más, como al principio, Biblia Nueva Traducción Viviente Le daré una patria a mi pueblo Israel y lo estableceré en un lugar seguro donde nunca será molestado. Las naciones malvadas no lo oprimirán como lo hicieron en el pasado, Biblia Católica (Latinoamericana) y pondré en el lugar que le corresponde a mi pueblo de Israel. Allí lo plantaré y allí se quedará. Ya no será más sacudido; los malvados ya no seguirán oprimiéndolo como antes, La Biblia Textual 3a Edicion Asimismo he dispuesto un lugar para mi pueblo, para Israel; y lo he plantado para que habite en él, y no sea más removido, ni los hijos de iniquidad continúen oprimiéndolo como al principio, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Fijaré un lugar para mi pueblo Israel: allí lo plantaré y allí morará, sin que sea ya turbado, pues los hijos de la iniquidad no volverán a afligirlo como antes, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Además yo fijaré lugar a mi pueblo Israel, y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más sea removido, ni los inicuos le aflijan más, como antes, |
y no permitiré de nuevo que los israelitas anden errantes fuera de la tierra que he dado a sus padres, con tal que hagan lo que yo les he ordenado y cumplan la ley que les prescribió mi siervo Moisés'.
Asignaré un territorio a mi pueblo, Israel; en él lo estableceré para que lo habite y no vuelva a ser perturbado ni los malvados continúen oprimiéndolo como antes,
y no permitiré de nuevo que los israelitas anden errantes fuera de la tierra que he dado a sus padres con tal que hagan lo que yo les he ordenado y cumplan la ley, los mandamientos y preceptos que les di por medio de Moisés'.
Oh Dios, hemos oído con nuestros oídos, nos han contado nuestros padres la obra que en sus días hiciste, en los días antiguos, con tu propia mano.
No fue su espada la que conquistó la tierra, ni su brazo el que los hizo vencedores; fue tu diestra y tu brazo y la luz de tu rostro, porque tú los amabas.
Oh Dios, haz que seamos lo que fuimos, haz que brille tu rostro y seremos liberados.
Arrancaste una viña de Egipto, y para trasplantarla echaste a las naciones;
Entonces el Faraón dio esta orden a todo el pueblo: 'Echad al río a todo varón que nazca, pero dejad vivir a las niñas'.
Tú los guías y los plantas en el monte de tu heredad, en el lugar de tu mansión que has preparado, en el santuario que tus manos, oh Señor, han levantado.
La cavó, quitó las piedras, plantó cepas selectas; en medio de ella construyó una torre y excavó también un lagar; esperaba que produjera uvas, pero sólo produjo agrazones.
Sí, la viña del Señor omnipotente es el pueblo de Israel; y los hombres de Judá, su plantel escogido. El Señor esperaba de ellos respeto a la ley, y hay sangre derramada; esperaba justicia, y sólo hay gritos de dolor.
No se oirá hablar más de violencia en tu país, ni de opresión y ruina en tus confines; a tus muros llamarás salvación, a tus puertas alabanza.
Tu pueblo será un pueblo de justos, para siempre poseerás la tierra, renuevo de la plantación del Señor, obra de mis manos, hecha para resplandecer.
Otras veces decido, sobre una nación o un reino, edificarlo y plantarlo;
Como se mira con agrado a estos higos buenos, así miraré yo favorablemente a los desterrados de Judá, a quienes arrojo de este lugar al país de los caldeos.
Y no habrá ya más para la casa de Israel espina que punza ni zarza que lacera entre todos sus vecinos que la desprecian, y sabrán que yo soy el Señor'.
Sí, aquel día -dice el Señor- ella me llamará: 'Marido mío', y no me llamará más: 'Baal mío'.
Los plantaré en su tierra y no serán más arrancados de su tierra, la que yo les he dado, dice el Señor, tu Dios.
Los israelitas clamaron al Señor, porque Yabín tenía novecientos carros de guerra y había oprimido a los israelitas durante veinte años.
Del campamento de los filisteos salió la fuerza de choque dividida en tres bandas: una tomó el camino de Ofrá, hacia la tierra de Sual;