Se lamentaron, lloraron y ayunaron hasta la tarde por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del Señor y por la casa de Israel, porque habían caído bajo la espada.
2 Samuel 3:34 - Biblia Martin Nieto Tus manos no estaban atadas, ni tus pies sujetos a los grillos. ¡Has caído como caen los criminales!'. Y todo el pueblo continuó llorando por él. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Tus manos no estaban atadas, ni tus pies ligados con grillos; Caíste como los que caen delante de malos hombres. Y todo el pueblo volvió a llorar sobre él. Biblia Nueva Traducción Viviente Tus manos no estaban atadas; tus pies no estaban encadenados. No, fuiste asesinado, víctima de un complot perverso». Entonces todo el pueblo lloró nuevamente por Abner. Biblia Católica (Latinoamericana) Tus manos no estaban atadas,
tus pies no estaban apretados
por cadenas de bronce,
pero caíste como cae uno
en manos de criminales'.
Todo el pueblo se puso a llorar. La Biblia Textual 3a Edicion Tus manos no estaban atadas,° Ni apresados tus pies con grilletes. Antes, como quien cae delante de los hijos de iniquidad, así caíste tú. Y todo el pueblo° lloraba por él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tus manos no estaban atadas, ni tus pies sujetos con cadenas. ¡Has sucumbido como quien sucumbe ante malhechores!'. Y todo el pueblo siguió llorando por él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tus manos no estaban atadas, ni tus pies ligados con grillos: Caíste como los que caen delante de malos hombres, así caíste. Y todo el pueblo volvió a llorar sobre él. |
Se lamentaron, lloraron y ayunaron hasta la tarde por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del Señor y por la casa de Israel, porque habían caído bajo la espada.
El rey cantó esta elegía sobre Abner: '¿Debía morir Abner como muere un insensato?
Todo el mundo vino a invitar a David para que comiera algo, pues todavía era de día; pero David hizo este juramento: 'Que Dios me castigue si como pan o cualquier otra cosa antes de ponerse el sol'.
Antes del día se levanta el asesino, mata al mísero y al pobre, y por la noche merodea el ladrón.
Tal es la elegía que cantarán las hijas de las naciones, la cantarán sobre Egipto y sobre todo su pueblo, dice el Señor Dios.
Los sacerdotes, como bandidos al acecho, asaltan por el camino de Siquén, asesinan y cometen atentados.
Los filisteos lo apresaron, le sacaron los ojos y lo llevaron a Gaza. Lo sujetaron con dos cadenas de bronce y le pusieron a moler el grano en la cárcel.