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Oseas 6:9 - Biblia Martin Nieto

9 Los sacerdotes, como bandidos al acecho, asaltan por el camino de Siquén, asesinan y cometen atentados.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Y como ladrones que esperan a algún hombre, así una compañía de sacerdotes mata en el camino hacia Siquem; así cometieron abominación.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Los sacerdotes forman bandas de asaltantes que esperan para emboscar a sus víctimas. Asesinan a los viajeros en el camino a Siquem y cometen toda clase de pecados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Como una banda de salteadores, los sacerdotes se juntan para asaltar a los que pasan por el camino de Siquem: lo que hacen es una vergüenza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Como salteadores al acecho de un hombre, Así bandas de sacerdotes asesinan por el camino a Siquem, Cometiendo execrable maldad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Como una emboscada de bandidos, así es la horda de los sacerdotes: asesinan en el camino de Siquén realmente es infame su conducta.

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Oseas 6:9
23 Tagairtí Cros  

Abrán atravesó el país hasta el lugar de Siquén, hasta la encina de Moré. Los cananeos habitaban entonces en el país.


Jeroboán fortificó Siquén, en las montañas de Efraín, y fijó en ella su residencia. Luego fortificó Penuel.


Por fin partimos del río Ahavá hacia Jerusalén el día doce del primer mes; nuestro Dios nos protegió durante el viaje, y nos libró de toda violencia de enemigos y saqueadores.


Y el Señor añadió: '¡Se han puesto de acuerdo los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén!


En ella sus príncipes son como león rugiente ávido de presa, devoran a las personas, se apoderan de haciendas y riquezas y aumentan el número de las viudas.


Los jefes de la ciudad son como lobos ávidos de presa; derraman sangre y matan a las personas para amasar más y más dinero.


Hay en ti gente que calumnia para hacer verter sangre. En ti se banquetea en los montes, en ti se hacen cosas detestables,


Yo pondré fin a tu sensualidad y a las prostituciones comenzadas en Egipto. No levantarás más tus ojos hacia ellos, ni te volverás a acordar de Egipto.


No reconoció que era yo quien le daba el trigo, el vino y el aceite; quien prodigaba la plata y el oro que ellos emplearon para los baales.


sino juramentos falsos, mentiras, homicidios y robos, adulterios, violencias y sangre que provoca sangre.


Escuchad esto, sacerdotes; atiende, casa de Israel; casa real, prestad oído, porque se hace justicia contra vosotros. Vosotros os habéis hecho un lazo en Mispá y una red tendida en el monte Tabor,


una fosa profunda excavada en Sitín, pero les castigaré a todos ellos.


Cuando yo quiero sanar a Israel, se descubre la iniquidad de Efraín y el crimen de Samaría, porque se practica la estafa, el ladrón penetra en las casas y afuera saquean los bandidos.


Escuchad esto, jefes de la casa de Jacob, y vosotros, jueces de la casa de Israel, que despreciáis la justicia y torcéis el derecho,


La lealtad ha desaparecido del país, no queda un hombre justo. Todos acechan para verter sangre; el hermano a su hermano para ponerle trampas.


Sus jefes son, en medio de ella, como leones rugientes; sus jueces, como lobos nocturnos que no dejan nada para la mañana.


Faltaban dos días para la fiesta de la pascua y los panes sin levadura. Los sumos sacerdotes y los maestros de la ley andaban buscando el modo de prenderlo con engaño y quitarlo de en medio.


Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el consejo y decían: '¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos milagros.


Después de escucharlos, hicieron todos juntos, en voz alta, esta oración a Dios: 'Soberano Señor, tú eres el Dios que has hecho el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en ellos;


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