Tres de los treinta fueron en tiempo de la siega a ver a David en la cueva de Adulán, mientras los filisteos estaban acampados en el valle de Refaín.
2 Samuel 23:19 - Biblia Martin Nieto Era el más famoso de los treinta y se convirtió en su jefe, pero no llegaba a los tres. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Él era el más renombrado de los treinta, y llegó a ser su jefe; mas no igualó a los tres primeros. Biblia Nueva Traducción Viviente Abisai era el comandante y el más famoso de los Treinta aunque no era uno de los Tres. Biblia Católica (Latinoamericana) Fue el más célebre de los 'Treinta' y llegó a ser su jefe, (pero no alcanzó el nivel de los 'Tres'). La Biblia Textual 3a Edicion Él fue el más renombrado de los treinta, y llegó a ser su jefe, pero no fue incluido entre los tres. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Era el más famoso de los treinta; pero, aunque era su jefe, no llegó a la fama de los Tres. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Él era el más distinguido de los tres, por tanto llegó a ser su capitán; pero no igualó a los tres primeros. |
Tres de los treinta fueron en tiempo de la siega a ver a David en la cueva de Adulán, mientras los filisteos estaban acampados en el valle de Refaín.
Entonces los tres héroes, abriéndose paso a través del campamento de los filisteos, sacaron agua del pozo que está a la puerta de Belén y se la ofrecieron a David; pero David no quiso beberla, y la derramó como ofrenda ante el Señor,
Abisay, hermano de Joab e hijo de Sarvia, era el jefe de los treinta. Él blandió la lanza contra trescientos, los mató y adquirió fama entre los treinta.
Benayas, hijo de Yehoyadá, hombre valiente y rico en hazañas, de Cabseel, fue el que mató a los dos héroes de Moab; fue también el que bajó a la cisterna y mató en ella a un león un día de nieve.
Después de él, Eleazar, hijo de Dodó, el ajojita, uno de los tres héroes; estaba con David en Pasdamín, cuando los filisteos se reunieron allí para la lucha y los israelitas se retiraron.
Fue el más famoso de los treinta, pero no llegaba a los tres. David lo puso a la cabeza de su guardia personal.
Lo sembrado en tierra buena es el que oye la palabra y la entiende y da fruto, ciento, sesenta y treinta por uno'.
Otra parte cayó en tierra buena, y dio frutos; una ciento, otra sesenta, otra treinta.
Uno es el resplandor del sol, otro el de la luna y otro el de las estrellas. Incluso cada estrella tiene un resplandor diferente.