el centinela vio a otro hombre que venía corriendo, y el centinela que estaba sobre la puerta gritó: 'Otro hombre que viene corriendo solo'. Y el rey dijo: 'También éste trae buenas noticias'.
2 Reyes 7:10 - Biblia Martin Nieto Fueron y gritaron a los centinelas de la puerta de la ciudad y les comunicaron la noticia de esta manera: 'Hemos entrado en el campamento de los sirios y allí no hay nadie, ni se oye nada. No se ven más que caballos atados, asnos atados y tiendas intactas'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Vinieron, pues, y gritaron a los guardas de la puerta de la ciudad, y les declararon, diciendo: Nosotros fuimos al campamento de los sirios, y he aquí que no había allí nadie, ni voz de hombre, sino caballos atados, asnos también atados, y el campamento intacto. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que regresaron a la ciudad e informaron a los porteros lo que había sucedido. «Salimos al campamento arameo —dijeron—, ¡y allí no había nadie! Los caballos y los burros estaban atados, y todas las carpas estaban en orden, ¡pero no había ni una sola persona!». Biblia Católica (Latinoamericana) Regresaron a la ciudad, llamaron a los guardias de la puerta y les contaron: 'Fuimos al campamento de los arameos y no hay nadie, ninguna presencia humana, sino sólo los caballos y los burros atados y las tiendas tales como las dejaron'. La Biblia Textual 3a Edicion Y fueron y llamaron al centinela° de la ciudad, y les° informaron, diciendo: Hemos ido al campamento de los sirios, y he aquí, no hay allí hombre, ni voz alguna de hombre, sino caballos y asnos atados, y las tiendas intactas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Llegaron, pues, empezaron a gritar a los centinelas de la ciudad y les dieron la noticia: 'Hemos ido al campamento de los arameos y allí no hay nadie ni se oye voz humana; sólo los caballos y los asnos atados, y las tiendas intactas'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vinieron, y dieron voces a los guardas de la puerta de la ciudad, y les declararon, diciendo: Nosotros fuimos al campamento de los sirios, y he aquí que no había allí hombre, ni voz de hombre, sino caballos atados, asnos también atados, y las tiendas como estaban. |
el centinela vio a otro hombre que venía corriendo, y el centinela que estaba sobre la puerta gritó: 'Otro hombre que viene corriendo solo'. Y el rey dijo: 'También éste trae buenas noticias'.
Los centinelas transmitieron a gritos la noticia al interior del palacio real.
Pero luego se dijeron el uno al otro: 'No debemos obrar así. Hoy es día de júbilo, y nosotros nos estamos callados. Si esperamos hasta el despuntar el día, incurriremos en un castigo. Vayamos a dar la noticia al palacio real'.
Después de ellos, en segundo lugar, estaban sus hermanos: Zacarías, Yaziel, Semiramot, Yejiel, Uní, Eliab, Benayas, Maaseyas, Matatías, Eliflehú, Micneyas, Obededón y Yeiel, porteros;
y estableció a Obededón, hijo de Yedutún, a Josá y a sus sesenta y ocho hermanos como porteros.
Puso porteros en las entradas del templo del Señor, para que bajo ningún pretexto entrara nadie impuro.