porque con toda seguridad se cumplirá la palabra que de parte del Señor pronunció contra el altar que hay en Betel y contra todos los santuarios de las colinas que hay en las ciudades de Samaría'.
2 Reyes 10:1 - Biblia Martin Nieto Ajab tenía setenta hijos en Samaría, y Jehú escribió cartas y las envió a Samaría a los grandes de la ciudad, a los ancianos y a los tutores de los hijos de Ajab, diciendo: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Tenía Acab en Samaria setenta hijos; y Jehú escribió cartas y las envió a Samaria a los principales de Jezreel, a los ancianos y a los ayos de Acab, diciendo: Biblia Nueva Traducción Viviente Acab tenía setenta hijos que vivían en la ciudad de Samaria. Así que Jehú escribió cartas y las envió a Samaria, a los ancianos y funcionarios de la ciudad y a los tutores de los hijos de Acab. Les escribió: Biblia Católica (Latinoamericana) Vivían en Samaría setenta hijos de Ajab. Jehú escribió unas cartas y las envió a Samaría. Mandaba decir a los jefes de la ciudad, a los ancianos y a los que educaban a los hijos de Ajab: La Biblia Textual 3a Edicion Acab tenía setenta hijos en Samaria; y Jehú escribió cartas y las envió a Samaria, a los jefes de Jezreel, a los ancianos, y a los tutores de Acab, diciendo: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tenía Ajab setenta hijos en Samaría. Jehú escribió cartas que envió a Samaría, a los jefes de la ciudad, a los ancianos y a los preceptores de los hijos de Ajab, diciendo: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Acab tenía setenta hijos en Samaria; y Jehú escribió cartas, y las envió a Samaria a los principales de Jezreel, a los ancianos y a los ayos de los hijos de Acab, diciendo: |
porque con toda seguridad se cumplirá la palabra que de parte del Señor pronunció contra el altar que hay en Betel y contra todos los santuarios de las colinas que hay en las ciudades de Samaría'.
Compró el monte de Samaría a Sémer por unos sesenta kilos de plata, y lo fortificó; construyó en él una ciudad, a la que llamó Samaría en razón del nombre de Sémer, amo del monte.
Omrí murió y fue sepultado con sus padres en Samaría. Le sucedió en el trono su hijo Ajab.
'¿Has visto cómo Ajab se ha humillado ante mí? Por eso, no acarrearé la desgracia sobre su casa en sus días, sino en los días de su hijo'.
Y dijo a su señora: '¡Si mi señor se presentase al profeta que hay en Samaría, él le libraría de su lepra!'.
Mandó buscar a Ocozías, que fue alcanzado cuando iba a esconderse a Samaría. Se lo llevaron a Jehú, que lo mandó matar. Le dieron sepultura, pues se dijeron: 'Es hijo de Josafat, que buscó al Señor con todo su corazón'. En la casa de Ocozías no quedó nadie que fuera capaz de reinar.
El Señor le dijo: 'Ponle el nombre de Yezrael, porque dentro de poco haré pagar a la casa de Jehú la sangre derramada en Yezrael y pondré fin al reino de la casa de Israel.
¿Acaso lo he concebido yo o lo he dado a luz para que me digas: Llévalo en tu regazo, como lleva la nodriza al niño a quien da de mamar, hasta la tierra que juraste dar a sus padres?
Te constituirás jueces y escribas en todas las ciudades que el Señor, tu Dios, te da, tribu por tribu, para que juzguen al pueblo con toda justicia.
Tuvo treinta hijos, que montaban treinta asnos y tenían treinta ciudades llamadas Javot Yaír hasta el día de hoy, en Galaad.
Tuvo cuarenta hijos y treinta nietos, que montaban setenta asnos. Fue juez de Israel durante ocho años.