Los habitantes de Sodoma eran unos malvados y grandes pecadores contra el Señor.
2 Pedro 2:8 - Biblia Martin Nieto (ya que, viéndose obligado a habitar en medio de ellos, este justo sentía torturada su alma inocente día tras día a causa de las obras perversas que veía y oía...). Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos), Biblia Nueva Traducción Viviente Así es, Lot era un hombre recto atormentado en su alma por la perversión que veía y oía a diario. Biblia Católica (Latinoamericana) Este hombre recto vivía en medio de ellos, y su conciencia recta sufría día tras día viendo y oyendo sus crímenes. La Biblia Textual 3a Edicion (porque este justo, que vivía entre ellos, día tras día atormentaba su alma justa por los hechos inicuos de lo que veía y escuchaba); Biblia Serafín de Ausejo 1975 pues este justo, que vivía entre ellos, día tras día se afligía en su alma justa por las obras malas que veía y oía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) (porque este justo, morando entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos). |
Los habitantes de Sodoma eran unos malvados y grandes pecadores contra el Señor.
Fuente turbia y manantial corrompido, tal es un justo que tiembla delante de un injusto.
Cuando los justos triunfan, la fiesta es grande; cuando dominan los injustos, todo el mundo se esconde.
y le dijo: 'Pasa por la ciudad, recorre Jerusalén y marca con una cruz la frente de los hombres que gimen y lloran por todas las nefastas acciones que se cometen dentro de ella'.
Matad a ancianos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres, hasta el exterminio. Pero no toquéis a los que tengan la cruz en la frente. Empezad por mi santuario'. Empezaron, pues, por los ancianos que estaban delante del templo.
conscientes de que la ley no es para el justo, sino para los malvados y los rebeldes, los criminales y los pecadores, los sacrílegos y los profanadores, los parricidas y los matricidas, los asesinos,
Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más perfecto que el de Caín; por ella fue proclamado justo, dando el mismo Dios testimonio en favor de sus dones, y por ella, aunque muerto, sigue hablando.
Confesaos los pecados unos a otros y rezad unos por otros, para que os curéis. La oración fervorosa del justo tiene un gran poder.