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2 Pedro 1:13 - Biblia Martin Nieto

pues considero un deber estimularos con mis exhortaciones mientras habito en esta tienda de campaña,

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Biblia Reina Valera 1960

Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el despertaros con amonestación;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y es justo que deba seguir recordándoselas mientras viva.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Me parece bueno refrescar su memoria mientras esté en la presente morada,

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La Biblia Textual 3a Edicion

pues considero justo mientras estoy en este tabernáculo,° despertaros con recordación;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Considero mi deber, mientras habito en esta tienda de campaña, mantener viva vuestra memoria,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque tengo por justo, en tanto que estoy en este tabernáculo, el incitaros con amonestación;

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2 Pedro 1:13
11 Tagairtí Cros  

Mi morada es arrancada, lejos de mí arrojada como tienda de pastores. Como un tejedor enrollas tú mi vida, cortando la trama. Día y noche me oprimes,


Y el Señor levantó el ánimo de Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá; de Josué, hijo de Yehosadac, sumo sacerdote, y de todo el resto del pueblo, de tal manera que fueron y se pusieron a la obra en el templo del Señor todopoderoso, su Dios.


Pero estamos seguros, y preferimos salir de este cuerpo para vivir junto al Señor.


Es justo que yo sienta así de todos vosotros, pues os llevo en el corazón, ya que compartís conmigo el privilegio de estar preso y de defender y consolidar el evangelio.


a fin de conocerle a él y la virtud de su resurrección y la participación en sus padecimientos, configurándome con su muerte


Por eso te recomiendo que reavives la gracia de Dios, que te fue conferida por la imposición de mis manos.


Acordaos de los presos, de los que sufren torturas, como si estuvieseis en su mismo cuerpo.


Por más que ya las sepáis y estéis incluso afianzados en la presente verdad, nunca cesaré de recordaros estas cosas,


que pronto abandonaré, según me ha manifestado nuestro Señor Jesucristo.


Queridos hermanos, ésta es la segunda carta que os escribo. En las dos, mi propósito es el mismo: conseguir, con mis consejos, que penséis rectamente.