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2 Pedro 1:11 - Biblia Martin Nieto

y se os abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

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Biblia Reina Valera 1960

Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Dios les dará un gran recibimiento en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

y se les facilitará generosamente la entrada al reino eterno de nuestro Señor y Salvador, Cristo Jesús.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque así os será dada ampliamente la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador, Jesús el Mesías.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y así se os abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque de esta manera os será abundantemente administrada la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

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2 Pedro 1:11
23 Tagairtí Cros  

Tu reino es un reino eterno y tu imperio dura por todas las edades. El Señor es fiel a su palabra, leal en todas sus acciones.


oh Dios, ¡qué precioso es tu amor! Los hombres se cobijan a la sombra de tus alas,


He entrado en mi jardín, hermana mía, novia mía, he recogido mi bálsamo y mi mirra, he comido mi miel y mi panal, he bebido mi vino y mi leche. Coro Comed, amigos, y bebed, embriagaos, compañeros!


que dé flores como el narciso, que salte de alegría. Pues se le ha dado la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y de Sarón; y se verá la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios.


El Señor ha lanzado una orden contra Jacob y va a caer sobre Israel.


Se le dio poder, gloria e imperio, y todos los pueblos, naciones y lenguas le servían. Su poder era un poder eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás.


Y el reino, el poder y la grandeza de los reinos que hay bajo todo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del altísimo; su reino será un reino eterno y todos los imperios le servirán y estarán sujetos a él.


Entonces el rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde el principio del mundo.


El ladrón sólo entra para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.


¿O es que desprecias la grandeza de su bondad, de su paciencia y de su generosidad, y no te das cuenta de que la bondad de Dios te empuja al arrepentimiento?


Entonces vendrá el fin, cuando él destruya todo señorío, todo poder y toda fuerza y entregue el reino a Dios Padre.


Sabemos que si esta tienda en que habitamos en la tierra se destruye, tenemos otra casa, que es obra de Dios; una morada eterna en los cielos, no construida por mano de hombres.


A aquel que es poderoso para hacer muchísimo más de lo que pedimos o pensamos, en virtud de su poder que actúa en nosotros,


A los ricos de este mundo recomiéndales que no sean orgullosos y que no pongan su esperanza en las riquezas caducas, sino en Dios, que nos provee abundantemente de todas las cosas para que disfrutemos de ellas;


El Señor me librará de todo mal y me dará la salvación en su reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


sólo me queda recibir la corona merecida, que en el último día me dará el Señor, justo juez; y no sólo a mí, sino también a todos los que esperan con amor su venida.


Por eso Dios, queriendo dar a los herederos de la promesa una prueba nueva de que su decisión era irrevocable, se comprometió con juramento,


Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han alcanzado una fe no menos preciosa que la nuestra mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo.


Por eso debéis esforzaros en añadir a vuestra fe virtud,


En efecto, si después de haber escapado de la corrupción del mundo mediante el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo se dejan de nuevo envolver y vencer por ellas, su estado final viene a ser peor que el primero.


creced más bien en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él la gloria ahora y hasta el día de la eternidad!


Al vencedor lo sentaré conmigo en mi trono, igual que yo, que he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono.


De ellos has hecho para nuestro Dios un reino de sacerdotes, que reinarán sobre la tierra.