Estudiáis cuidadosamente las Escrituras, pensando encontrar en ellas la vida eterna; ellas testifican de mí.
1 Timoteo 4:13 - Biblia Martin Nieto Mientras llego, aplícate a la lectura, a la exhortación, a la enseñanza. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. Biblia Nueva Traducción Viviente Hasta que yo llegue, dedícate a leer las Escrituras a la iglesia, y a animar y a enseñarles a los creyentes. Biblia Católica (Latinoamericana) Mientras llego, dedícate a la lectura, a la predicación y a la enseñanza. La Biblia Textual 3a Edicion Mientras voy, dedícate a la lectura,° a la exhortación, a la enseñanza. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mientras llego, dedícate a la lectura, a la exhortación, a la enseñanza. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entre tanto que vengo, ocúpate en la lectura, la exhortación, y la enseñanza. |
Estudiáis cuidadosamente las Escrituras, pensando encontrar en ellas la vida eterna; ellas testifican de mí.
Los judíos de Berea eran más abiertos que los de Tesalónica, y recibieron la palabra con buena disposición, estudiando diariamente las Escrituras para ver si todo era así.
nosotros perseveraremos en la oración y en el ministerio de la palabra'.
el que tenga el de exhortar, que se dedique a exhortar; el que tiene el de repartir limosna, que reparta con generosidad; el que tiene el de presidir, que presida con seriedad; el que hace obras de misericordia, que las haga con alegría.
En conclusión, hermanos: cuando os reunís, unos pueden cantar, otros enseñar, otros manifestar una revelación, otros hablar en lenguas extrañas y otros interpretarlas. Pero que sea para aprovechamiento de todos.
Pero el que profetiza, habla a los hombres, los forma, los anima y los consuela.
Hermanos, si yo fuera a veros y os hablara en lenguas extrañas, ¿qué os aprovecharía? Absolutamente nada. Lo provechoso sería que os comunicase alguna revelación, conocimiento, profecía o enseñanza.
La tendrá consigo y la leerá todos los días de su vida, para que aprenda a respetar a su Dios, guardando todas sus palabras y poniendo en práctica todas sus prescripciones,
Cuida de ti mismo y de lo que enseñas. Persevera en estas cosas. Si lo haces así, te salvarás a ti y a los que te escuchan.
Serás buen ministro de Cristo Jesús si enseñas estas cosas a los hermanos, alimentando tu espíritu con las enseñanzas de la fe y de la buena doctrina, de que tan fiel discípulo te has mostrado.
Desde la infancia conoces las Sagradas Escrituras, las cuales pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación por la fe en Jesucristo.
predica la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, corrige, exhorta con toda paciencia y con preparación doctrinal.
Esto es lo que tienes que enseñar, predicar y defender con toda autoridad. Que nadie te haga de menos.
Que el libro de esta ley esté siempre en tu boca; medítalo día y noche para cumplir exactamente todo lo que está escrito en él. De este modo serás afortunado en todas tus empresas y tendrás éxito.