Después de esto, David consultó al Señor: '¿Debo ir a una de las ciudades de Judá?'. El Señor le respondió: 'Sí, vete'. David preguntó: '¿Dónde debo ir? Le respondió: 'A Hebrón'.
1 Samuel 23:4 - Biblia Martin Nieto David volvió a consultar al Señor. El Señor le respondió: 'Ánimo, baja a Queilá, porque yo entrego a los filisteos en tus manos'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces David volvió a consultar a Jehová. Y Jehová le respondió y dijo: Levántate, desciende a Keila, pues yo entregaré en tus manos a los filisteos. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que David consultó de nuevo al Señor, y de nuevo el Señor respondió: «Desciende a Keila, porque yo te ayudaré a conquistar a los filisteos». Biblia Católica (Latinoamericana) David consultó de nuevo a Yavé y éste le respondió: 'Levántate, baja a Queila porque yo he puesto a los filisteos en tus manos'. La Biblia Textual 3a Edicion De nuevo David consultó a YHVH, y YHVH le respondió, y dijo: Levántate, desciende a Keila, pues entregaré a los filisteos en tu mano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 David consultó de nuevo a Yahveh, y Yahveh le respondió: 'Parte y baja a Queilá, porque yo voy a entregar a los filisteos en tus manos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces David volvió a consultar a Jehová. Y Jehová le respondió, y dijo: Levántate, desciende a Keila, que yo entregaré en tus manos a los filisteos. |
Después de esto, David consultó al Señor: '¿Debo ir a una de las ciudades de Judá?'. El Señor le respondió: 'Sí, vete'. David preguntó: '¿Dónde debo ir? Le respondió: 'A Hebrón'.
David consultó al Señor: '¿Atacaré a los filisteos? ¿Los pondrás en mis manos?'. El Señor respondió: 'Atácalos, porque los pondré en tus manos'.
Y aun esto es poco para el Señor: él entregará a Moab en vuestras manos.
David consultó a Dios: '¿Debo atacar a los filisteos? ¿Los pondrás en mis manos?'. El Señor le respondió: 'Atácalos, porque los pondré en tus manos'.
Entonces vosotros saldréis de la emboscada para tomar la ciudad. El Señor, vuestro Dios, la pondrá en vuestras manos.
Gedeón dijo a Dios: 'No se encienda tu ira contra mí si te hablo todavía una vez. Permíteme que haga una última vez la prueba del vellón: que quede seco solamente el vellón y en todo el suelo haya rocío'.
El Señor dijo a Gedeón: 'Con los trescientos hombres que han lamido el agua os libraré y pondré a los madianitas en tus manos. Que todos los demás se vayan cada uno a su casa'.
Aquella noche el Señor ordenó a Gedeón: 'Levántate, baja al campamento, porque yo los entrego en tus manos.
Entonces consultaron al Señor: '¿Ha venido aquí Saúl?'. Y el Señor respondió: 'Está ahí, escondido entre los bagajes'.
David consultó al Señor: '¿Debo ir y podré derrotar a los filisteos?'. El Señor le respondió: 'Vete, derrotarás a los filisteos y librarás a Queilá'.
Pero los hombres de David le dijeron: 'Mira, aquí, en Judá, vivimos asaltados por el terror; ¡cuánto más si vamos a Queilá contra las filas de los filisteos!'.
Partió David con sus hombres hacia Queilá, atacó a los filisteos, se apoderó de sus ganados y les infligió una gran derrota. Así libró David a los habitantes de Queilá.
Saúl consultó al Señor; pero el Señor no le respondió ni por los sueños, ni por las urim, ni por los profetas.
David consultó al Señor: '¿Perseguiré a esa banda? ¿La alcanzaré?'. Y le respondió: 'Persíguela, porque la alcanzarás y libertarás a los prisioneros'.