¿Por qué no has cumplido el juramento del Señor y la orden que te di?'.
1 Reyes 2:44 - Biblia Martin Nieto Y añadió: 'Bien sabes todo el mal que hiciste a David, mi padre; tu corazón lo reconoce; el Señor haga recaer tu maldad sobre tu cabeza. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Dijo además el rey a Simei: Tú sabes todo el mal, el cual tu corazón bien sabe, que cometiste contra mi padre David; Jehová, pues, ha hecho volver el mal sobre tu cabeza. Biblia Nueva Traducción Viviente El rey también le dijo: «Seguramente recordarás todas las maldades que le hiciste a mi padre David. Que ahora el Señor traiga todo ese mal sobre tu cabeza; Biblia Católica (Latinoamericana) El rey dijo además a Simei: 'Tú sabes el mal que hiciste a mi padre David y todas las desgracias que pediste para él. Ahora, Yavé hace recaer sobre tu cabeza la desgracia, La Biblia Textual 3a Edicion El rey dijo además a Simei: Tú sabes toda la maldad que cometiste contra mi padre David, y tu mismo corazón lo reconoce. YHVH, pues, ha vuelto tu maldad sobre tu cabeza, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y siguió diciendo el rey a Semeí: 'Bien sabes tú todo el mal que hiciste a mi padre David, y tu corazón lo reconoce. Ahora, pues, Yahveh hará recaer tu maldad sobre tu cabeza. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Dijo además el rey a Simeí: Tú sabes todo el mal, el cual tu corazón bien sabe, que cometiste contra mi padre David; Jehová, pues, ha tornado el mal sobre tu cabeza. |
¿Por qué no has cumplido el juramento del Señor y la orden que te di?'.
Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, fue y exterminó a toda la familia real.
Entonces Yehoyadá hizo salir al hijo del rey y le impuso la corona y las insignias, lo proclamó rey y lo ungió. Y todos aplaudieron y gritaron: '¡Viva el rey!'.
Así pagará el Señor a mis acusadores, a los que levantan calumnias contra mí.
Sus propias injusticias cautivan al injusto, en los lazos de sus crímenes está prisionero.
Por tanto, esto dice el Señor Dios: Le juro que el juramento mío que ha menospreciado, mi pacto que ha roto haré que recaiga sobre su cabeza.
Pero tanto al pueblo como al sacerdote les haré rendir cuentas de su conducta y pagarán según sus obras.
Al oír estas palabras, se fueron uno tras otro, comenzando por los más ancianos, y se quedó Jesús solo, con la mujer allí en medio.
Ellos muestran que llevan la ley escrita en sus corazones, según lo atestiguan su conciencia y sus pensamientos, que unas veces los acusan y otras los defienden,
en que, si alguna vez nuestra conciencia nos acusa, Dios está por encima de nuestra conciencia y lo sabe todo.
Cuando David supo que Nabal había muerto, dijo: 'Bendito sea el Señor, que me ha hecho justicia del insulto que recibí de Nabal; impidió a su siervo hacer el mal e hizo recaer la maldad de Nabal sobre su cabeza'. Después David mandó a decir a Abigaíl que quería casarse con ella.