Después de mucho tiempo, a los tres años, el Señor dijo a Elías: 'Anda, preséntate a Ajab, pues quiero hacer llover sobre la faz de la tierra'.
1 Reyes 18:2 - Biblia Martin Nieto Elías fue a presentarse a Ajab. Como el hambre arreciaba en Samaría, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Fue, pues, Elías a mostrarse a Acab. Y el hambre era grave en Samaria. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Elías fue a ver al rey Acab. Mientras tanto, el hambre se hizo muy intensa en Samaria. Biblia Católica (Latinoamericana) Partió pues Elías para presentarse ante Ajab.
El hambre era terrible en Samaría. La Biblia Textual 3a Edicion Y fue Elías a presentarse ante Acab. Y la hambruna era aguda en Samaria. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Fue, pues, Elías a presentarse a Ajab. El hambre arreciaba en Samaría. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Fue, pues, Elías a mostrarse a Acab. Y había gran hambre en Samaria. |
Después de mucho tiempo, a los tres años, el Señor dijo a Elías: 'Anda, preséntate a Ajab, pues quiero hacer llover sobre la faz de la tierra'.
Ajab llamó a Abdías, su mayordomo, el cual era muy temeroso del Señor:
Pues esto dice el Señor: Ya no te levantarás de la cama, sino que morirás sin remedio'. Y Elías se fue.
El asedio fue tan largo que se originó un hambre muy grande, hasta el punto de que una cabeza de asno llegó a costar ochenta monedas de plata, y un cuarto de puerros, cinco monedas de plata.
En Dios, cuya palabra alabo, en Dios confío y ya no tengo miedo; ¿qué podrá hacerme un hombre?
El criminal huye sin que nadie lo persiga, pero el justo se siente seguro como un león.
Yo, yo soy tu consolador. ¿Quién eres tú para temer a un hombre mortal, a un hijo de Adán, condenado a la suerte del heno?
Si salgo al campo, sólo veo caídos a espada; si entro en la ciudad, allí están las angustias del hambre. Hasta los profetas y los sacerdotes vagan por el país. ¡Ya no lo conocen!
Se empleará en vano vuestra fuerza, pues la tierra no producirá nada y los árboles del campo no darán sus frutos.
Cuando yo retire el sustento de pan, diez mujeres bastarán para cocer el pan en un solo horno y os lo darán tasado, de manera que comeréis y no quedaréis satisfechos.