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1 Reyes 1:20 - Biblia Martin Nieto

Hacia ti, ¡oh rey, mi señor!, se dirigen los ojos de todo Israel, para que les manifiestes quién se debe sentar en el trono del rey, mi señor, después de él.

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Biblia Reina Valera 1960

Entre tanto, rey señor mío, los ojos de todo Israel están puestos en ti, para que les declares quién se ha de sentar en el trono de mi señor el rey después de él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y ahora, mi señor el rey, todo Israel está esperando que usted anuncie quién será el próximo rey.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Mientras tanto todo Israel tiene los ojos fijos en ti, el rey mi señor, para que tú designes a tu sucesor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y sobre ti, oh rey señor mío, están los ojos de todo Israel para que les declares quién se ha de sentar en el trono de mi señor el rey, después de él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ahora, mi señor el rey, los ojos de todo Israel están pendientes de ti, esperando que les declares quién se ha de sentar en el trono de mi señor el rey, después de él.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entre tanto, rey señor mío, los ojos de todo Israel están sobre ti, para que les declares quién se ha de sentar en el trono de mi señor el rey después de él.

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1 Reyes 1:20
11 Tagairtí Cros  

El espíritu del Señor ha hablado por mí, y su palabra está en mi lengua.


Ha matado bueyes, animales cebados y ganado menor en gran cantidad, y ha invitado a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar y a Joab, general del ejército; pero a tu siervo Salomón no le ha invitado.


Resultará, si no, que, cuando el rey, mi señor, descanse con sus padres, yo y mi hijo Salomón seremos tratados como reos'.


Piensa ahora que el Señor te ha elegido para que le construyas una casa como santuario. ¡Animo y manos a la obra!'.


El rey David dijo a toda la asamblea: 'Mi hijo Salomón, el único elegido por Dios, es todavía joven e inexperto, y la obra es grande, pues la casa no es para los hombres, sino para el Señor Dios.


Dios nuestro, júzgalos tú, pues nosotros nos sentimos impotentes frente a esta horda ingente que nos asalta. No sabemos qué hacer; nuestros ojos se vuelven a ti'.


Como están los ojos del esclavo fijos en su señor, como están los ojos de la esclava fijos en su señora, así están nuestros ojos fijos en el Señor, nuestro Dios, hasta que se compadezca de nosotros.


Tengo mis ojos fijos en el Señor, él sacará mis pies del cepo.


Pues ahí está la piedra que he puesto ante Josué: sobre esta única piedra hay siete ojos; yo mismo grabaré su inscripción, palabra del Señor todopoderoso, y borraré el pecado de la tierra en un solo día.