Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




1 Juan 3:21 - Biblia Martin Nieto

Queridos míos, si nuestra conciencia no nos acusa, podemos estar tranquilos ante él.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios;

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Queridos amigos, si no nos sentimos culpables, podemos acercarnos a Dios con plena confianza.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Amadísimos, si nuestra conciencia no nos condena, tenemos plena confianza en Dios.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Amados, si el corazón no nos condena, confianza tenemos para con Dios,

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Queridos míos, si la conciencia no reprende, tenemos plena confianza en Dios.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos para con Dios;

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



1 Juan 3:21
17 Tagairtí Cros  

Tendrás entonces en el todopoderoso tus delicias, y hacia Dios levantarás tu rostro.


Me aferraré a mi justicia y no la soltaré; mi corazón no tendrá que avergonzarse de mis días.


seguiré los caminos de la justicia; ¿cuándo vendrás a mí? En mi casa me sabré conducir con un corazón recto.


Tú, la creencia que tienes, guárdala para ti y para Dios. Dichoso el que toma una decisión y no obra contra su conciencia.


No me siento culpable de nada; pero no por esto quedo justificado, porque quien me juzga es el Señor.


Nos sentimos orgullosos de que nuestra conciencia nos asegure que nos hemos comportado con todo el mundo, y especialmente con vosotros, con la sencillez y la sinceridad que Dios da, y no por la sabiduría humana, sino por la gracia de Dios.


Gracias a la fe que tenemos en Cristo, nos acercamos a Dios con entera libertad y plena confianza.


Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar levantando sus manos limpias, sin ira ni rencores.


acerquémonos con un corazón sincero, con fe perfecta, purificados los corazones de toda mancha de la que tengamos conciencia, y el cuerpo lavado con agua pura.


Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia y hallar la gracia del auxilio oportuno.


Ahora, hijos míos, permaneced unidos a Cristo, para que, cuando él venga, podamos sentirnos seguros y no nos avergoncemos de encontrarnos lejos de él en su venida.


Queridos míos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento viejo, que tenéis desde el principio: el mandamiento viejo es la palabra que habéis oído.


Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal y como es.


en que, si alguna vez nuestra conciencia nos acusa, Dios está por encima de nuestra conciencia y lo sabe todo.


En esto consiste la perfección del amor en nosotros: en que tenemos confianza absoluta en el día del juicio; porque como es él, así somos nosotros en este mundo.


Ésta es la seguridad que tenemos en Dios: que si pedimos algo según su voluntad, nos escucha.