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1 Crónicas 9:1 - Biblia Martin Nieto

Todos los israelitas fueron agrupados por genealogías e inscritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá cuando fueron deportados a Babilonia en castigo de sus prevaricaciones.

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Biblia Reina Valera 1960

Contado todo Israel por sus genealogías, fueron escritos en el libro de los reyes de Israel. Y los de Judá fueron transportados a Babilonia por su rebelión.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces todo Israel quedó anotado en los registros genealógicos en El libro de los reyes de Israel. El pueblo de Judá fue desterrado a Babilonia porque fue infiel al Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Todos los israelitas estaban registrados en las genealogías e inscritos en el Libro de los Reyes de Israel. En cuanto a los de Judá, fueron deportados a Babilonia por sus infidelidades de la Ley.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Todo Israel fue inscrito por sus genealogías, y he aquí, están escritos en el rollo de los Reyes de Israel. Y Judá fue llevado al destierro a Babilonia por su infidelidad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Todos los israelitas fueron registrados en las genealogías e inscritos en el libro de los reyes de Israel. Judá fue deportado a Babilonia por sus prevaricaciones.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y contado todo Israel por sus genealogías, fueron escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá, que fueron trasportados a Babilonia por su rebelión.

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1 Crónicas 9:1
22 Tagairtí Cros  

El resto de la historia de Jeroboán, las guerras que hizo y cómo reinó, está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel.


Deportó a todo Jerusalén, a todos los magnates y poderosos, unos diez mil, y a todos los herreros y cerrajeros. No dejó más que las gentes pobres.


Llevó cautivos a Babilonia a Jeconías y a la madre del rey, a sus mujeres, a sus eunucos y a los nobles del país.


Se llevó también a todos los ricos, unos siete mil, y a los herreros y cerrajeros, unos mil, todos ellos hombres aptos para la guerra.


Los hijos de Ulán eran guerreros valerosos, diestros en el manejo del arco; tuvieron muchos hijos y nietos, hasta 150. Todos éstos fueron descendientes de Benjamín.


Entonces el Señor hizo venir contra ellos a los jefes del ejército del rey de Asiria, los cuales apresaron a Manasés con grillos y, cargado de cadenas, lo condujeron a Babel.


Éstos son los israelitas de la provincia de Judá que regresaron del destierro de Babilonia, donde los había deportado Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y Judá, cada uno a su ciudad.


Los reseñados a continuación son los que regresaron de Tel-Mélaj, Tel-Jarsá, Querub, Adán e Imer, y que no pudieron demostrar que su familia y su estirpe eran de origen israelita:


Los jefes del pueblo se establecieron en Jerusalén. El resto del pueblo echó a suertes para que uno de cada diez viniese a habitar en Jerusalén, la ciudad santa, quedando los otros nueve en las ciudades.


Mi Dios me inspiró la idea de reunir a los nobles, a los prefectos y al pueblo para hacer el censo. Tomé el libro del registro genealógico de los que habían vuelto la primera vez, y encontré escrito en él lo siguiente:


Buscaron sus títulos genealógicos; pero al no encontrarlos, fueron excluidos del sacerdocio,


el fornido, el guerrero, el juez, el profeta, el adivino y el anciano,


Las ciudades del sur están cercadas, nadie puede entrar en ellas. Todo Judá es desterrado, desterrado todo él.


Al resto de la población que había quedado en la ciudad, a los que se habían rendido a él y a la gente restante, Nebuzardán, jefe de la escolta real, los deportó a Babilonia.


El Señor entregó en sus manos a Joaquín, rey de Judá, y una parte de los objetos del templo de Dios. Él los llevó a la tierra de Senaar y los depositó en el tesoro de sus dioses.