Soldadas están, cada una a la de su vecino, Trabadas entre sí, no se pueden separar.
Pegado está el uno con el otro; Están trabados entre sí, que no se pueden apartar.
Cada escama está fuertemente pegada a la siguiente; están entrelazadas y nada puede traspasarlas.
Su corazón es duro como roca, resistente como piedra de molino.
Cuando se alza, temen las aguas, y las olas del mar retroceden.
Unida está la una con la otra, están trabadas entre sí, que no se pueden separar.
Tan unidas una a la otra, Que ni el aire pasa entre ellas,
Su estornudo lanza destellos de luz, Sus ojos son como los párpados de la aurora.