Bajó Yahveh a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres,
Éxodo 3:8 - Biblia Serafín de Ausejo 1975 He bajado para liberarlo de la mano de los egipcios y subirlo de ese país a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar donde viven los cananeos, los hititas, los amorreos, los perizeos, los jiveos y los jebuseos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. Biblia Nueva Traducción Viviente Por eso he descendido para rescatarlos del poder de los egipcios, sacarlos de Egipto y llevarlos a una tierra fértil y espaciosa. Es una tierra donde fluyen la leche y la miel, la tierra donde actualmente habitan los cananeos, los hititas, los amorreos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos. Biblia Católica (Latinoamericana) y por esta razón estoy bajando, para librarlo del poder de los egipcios y para hacerlo subir de aquí a un país grande y fértil, a una tierra que mana leche y miel, al territorio de los cananeos, de los heteos, de los amorreos, los fereceos, los jeveos y los jebuseos. La Biblia Textual 3a Edicion Descenderé, pues, para librarlo de mano de los egipcios y para hacerlo subir de ese país a una tierra buena y ancha, a una tierra que fluye leche y miel,° al lugar del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo, y del jebuseo. |
Bajó Yahveh a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres,
Bajemos, pues, y confundamos allí su lenguaje para que no se entiendan entre sí'.
Dijo Yahveh a Abrán: 'Has de saber que tu posteridad será extranjera en un país que no será el suyo; la someterán a servidumbre y la oprimirán por cuatrocientos años.
Pero también a la nación a la que ellos habrán servido la he de juzgar yo, después de lo cual saldrán con muchos bienes.
Voy a bajar para ver si el clamor que he oído está justificado y, si no, lo averiguaré'.
Les dijo Israel, su padre: 'Si no hay más remedio, haced lo siguiente: Meted algunos de los productos del país en vuestros sacos, y llevad al hombre aquel como presente un poco de resina y un poco de miel, tragacanto y láudano, pistachos y almendras.
Yo bajaré contigo a Egipto, y yo mismo haré que vuelvas. José te cerrará los ojos'.
Dijo José a sus hermanos: 'Se acerca la hora de mi muerte, pero Dios os visitará y os hará subir de este país a la tierra que juró dar a Abrahán, a Isaac, y a Jacob'.
Tú hallaste fiel su corazón ante ti, tú pactaste con él la alianza de darle el país del cananeo, del hitita, del amorreo, del perizeo, del jebuseo y del guergueseo, a él y a su descendencia. Y tú has mantenido tus promesas, porque tú eres justo.
los que dicen: 'Nuestra lengua es nuestro fuerte, los labios nos asisten, ¿quién será nuestro dueño?'.
Por la opresión del pobre, por el llanto del débil, ahora me levanto -asegura el Señor-: pondré a salvo a todo el que es burlado.
Jet. El ángel del Señor acampa en torno de los que le temen, y los salva.
Él me invoca y yo lo atiendo, en la angustia estoy con él para librarle y ponerlo en dignidad.
El día mismo en que se cumplían los cuatrocientos treinta años, salieron todas las huestes de Yahveh del país de Egipto.
Aquel mismo día sacó Yahveh del país de Egipto a los israelitas con sus huestes.
Cuando Yahveh te introduzca en la tierra de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los jiveos y de los jebuseos, la tierra que mana leche y miel que juró a tus padres que había de darte, guardarás en este mes el siguiente rito:
y he dicho: yo os subiré de la humillación de Egipto a la tierra de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los perizeos, de los jiveos y de los jebuseos, a un país que mana leche y miel'.
Cumple, pues, lo que te ordeno hoy. Arrojaré de delante de ti a los amorreos, a los cananeos, a los hititas, a los perizeos, a los jiveos y a los jebuseos.
Desde que vine al Faraón para hablarle en tu nombre, está maltratando a este pueblo, y tú no haces nada por librarlo'.
hasta que yo venga y os lleve a un país como el vuestro, tierra de trigo y mosto, tierra de pan y de viñas'.
para cumplir el juramento que hice a vuestros padres de darles un país que mana leche y miel, como sucede hoy'. Yo respondí y dije: '¡Amén, Yahveh!'.
Yo os llevé a un país que es un vergel, para que comierais de lo mejor de su fruto; pero llegasteis y manchasteis mi tierra, hicisteis abominable mi heredad.
y les diste este país, que habías jurado dar a sus padres, país que mana leche y miel.
Aquel día, con la mano en alto les juré sacarlos del país de Egipto hacia una tierra que yo mismo había explorado, un país que mana leche y miel, el más espléndido de todos los países.
Yo os he dicho: 'Vosotros poseeréis su tierra, y os la doy para que toméis posesión de ella. Es una tierra que mana leche y miel'. Yo soy Yahveh, vuestro Dios, el que os he separado de los otros pueblos.
Yo os saqué de la tierra de Egipto y os conduje por el desierto durante cuarenta años para que ocuparais el país del amorreo.
y estudiad el país: si la gente que lo habita es fuerte o débil, si es poca o mucha;
qué tal es la tierra donde habita: si es buena o mala; cómo son las ciudades donde mora: si abiertas o amuralladas;
Éste fue su relato: 'Llegamos a la tierra adonde nos mandaste; realmente mana leche y miel, y éstos son sus frutos.
Pues nadie ha subido al cielo sino aquel que bajó del cielo, el Hijo del hombre'.
Porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
Tomaron en sus manos frutos del país, nos los bajaron, y nos informaron: 'La tierra que Yahveh, nuestro Dios, nos da es buena'.
Poneos en marcha, levantad el campamento y entrad en la montaña de los amorreos y en todas sus cercanías, en la Arabá, en la Montaña, en la Sefelá, en el Negueb, en el litoral, en tierra de cananeos, y en el Líbano, hasta el río grande, el Éufrates.
y escribirás en ellas todas las disposiciones de esta ley tan pronto como hayas pasado para llegar a la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar, país que mana leche y miel, conforme te lo prometió Yahveh, el Dios de tus padres.
Yahveh te hará sobreabundar en bienes: en el fruto de tu vientre, en el de tu ganado y en el de tu suelo, en el suelo que Yahveh juró a tus padres que te había de dar.
Escucha, Israel y pon en práctica lo que te hará feliz y te multiplicará abundantemente en la tierra que mana leche y miel, como te dijo Yahveh, el Dios de tus padres.
Cuando Yahveh, tu Dios, te haya introducido en la tierra en la que vas a entrar para tomar posesión de ella y haya arrojado delante de ti a muchas naciones: a los hititas, los guirgaseos, los amorreos, los cananeos, los perizeos, los jiveos y los jebuseos, siete naciones más numerosas y poderosas que tú,
Los israelitas habían estado caminando por el desierto durante cuarenta años, hasta que se extinguió toda la generación, la de los hombres aptos para la guerra salidos de Egipto, que no habían obedecido la voz de Yahveh, a los que Yahveh juró que no habían de ver la tierra que, según había prometido a sus antepasados, Yahveh nos iba a dar, la tierra que mana leche y miel.
Cuando se enteraron todos los reyes de este lado del Jordán, los de la zona montañosa y los de la llanura, y todos los del litoral del gran mar en dirección al Líbano: hititas, amorreos, cananeos, perizeos, jiveos y jebuseos,
Replicaron los israelitas a los jiveos: 'Quizá vosotros habitáis cerca de nosotros. ¿Cómo podemos pactar una alianza con vosotros?'.